Margarita Salas, voz de ciencia

D. F.
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El acto organizado por las asociaciones ManchaArte y de Divulgación Científica y Pensamiento Crítico resaltó la trayectoria de la investigadora y su carácter luchador

La bioquímica Margarita Salas se mostró muy agradecida a los organizadores del acto al recoger ayer en el claustro del Convento de La Merced el III Premio ManchaArte y explicó que entiende con este galardón «no sólo se me premia a mí, sino a todas las personas que han trabajado conmigo a lo largo de 70 años». La científica reconoció que sigue acudiendo al laboratorio y reveló que la investigación «ha sido mi pasión».

Salas, a quien acompañó al escenario la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, que se declaró «emocionada» y la definió como «una luchadora», recibió el galardón concedido por las asociaciones ManchaArte y para la Divulgación Científica y el Pensamiento Crítico (Adicipec), representadas por Ángel Serrano y Javier Frontiñán, ante numeroso público. La profesora titular de la Escuela de Ingenieros Industriales Gemma Herranz fue la encargada de dar cuenta de la amplia trayectoria de Margarita Salas, que fue discípula del Nobel  Severo Ochoa. La parte musical del acto correspondió al dúo Musicordae.

En declaraciones previas ante los medios de comunicación, Margarita Salas reconoció que el papel de la mujer va en ascenso en la investigación, puesto que «en las etapas iniciales hay en los laboratorios más mujeres que hombres dirigiendo investigación», con lo que espera en un poco tiempo, «la mujer ocupará en el terreno de la ciencia el puesto que le corresponde».

 Salas reconoció que la financiación de la ciencia en España es un problema: «Estamos a la cola de los demás y, a pesar de eso, siempre digo que aquí hacemos milagros, porque con apenas financiación se hace investigación de gran nivel». Observó que hoy en día hay jóvenes que renuncian a continuar su carrera científica «porque no ven futuro». Desmotivación que afecta, especialmente, dijo, a las universidades más pequeñas.