Transitar por las calles de la barriada de Pío XII es como retrotraerse a los años 60. Edificios construidos en su mayoría en aquellos años, algunos descoloridos y otros de ladrillo vista. La ropa tendida en plena calle dibuja un paisaje de antaño, desactualizado, pero que es el reflejo diario de un barrio que contrasta con el intenso bullicio y la actividad del centro de la capital. Sus aceras son estrechas y con un deterioro evidente, asfaltados con carencias, bares con la persiana echada que han vivido épocas mejores y contenedores de recogida selectiva que claman una renovación. Es la radiografía de una barriada, «la más grande de la capital», con hasta 614 viviendas, que estos días ha alzado la voz para reclamar la atención del Ayuntamiento. La comunidad de vecinos de esta barriada de Pío XII denuncia «el abandono y la desidia» por parte de la administración local en relación con unas necesidades «reclamadas por la barriada desde hace más de una década».