1.300 infartos cerebrales cada año

H.L.M./ M. L.
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El Código Ictus se ha activado en los últimos cuatro meses en unas 150 veces y desde el Sescam se indica que su incidencia «aumenta proporcionalmente con la edad»

El pasado 29 de octubre se celebró el Día Mundial del Ictus, que afecta al año a unas 1.300 personas en la provincia de Ciudad Real, una cifra que se eleva a las 5.200 en el caso del conjunto de Castilla-La Mancha, según los datos facilitados por el jefe del Servicio de Neurología de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, el doctor Enrique Botia Paniagua.

Esta incidencia derivó en la activación del Código Ictus en Castilla-La Mancha de un total de 513 veces a lo largo del pasado año 2017, mientras que en el caso de la provincia de Ciudad Real ha dado lugar a unas 150 activaciones en los últimos cuatro meses.

El doctor Botia Paniagua explica que la incidencia del ictus «aumenta proporcionalmente con la edad, por tanto, el número crece conforme aumenta la población anciana en España y en nuestra región. Se estima que la incidencia de ictus se incrementará un 27% en los próximos 25 años. Sin embargo, la mortalidad y la discapacidad van disminuyendo a lo largo de los años gracias a la mejora en la atención sanitaria».

 En este sentido se señalan algunos de los factores de riesgo para padecer un ictus. En concreto, «la hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de ictus, junto con la edad». Del mismo modo, el doctor Botia Paniagua detalló que «en nuestra zona encontramos hipertensión arterial en el 70% de pacientes que han tenido ictus. El riesgo de ictus se incrementa de forma proporcional con las cifras de presión arterial. Es un factor de riesgo modificable, de forma que el tratamiento de la hipertensión se asocia con una reducción del 42% en el riesgo de sufrir un ictus».

En el caso de los jóvenes también se pone de manifiesto las consecuencias que tiene el consumo de drogas. En este caso, informa que «el consumo de cocaína duplica el riesgo de ictus». En este supuesto, añade, «es un factor de riesgo que detectamos con cierta frecuencia en personas jóvenes que atendemos por ictus en los centros de la región, tanto por consumo ocasional como continuado, siendo más frecuentes los ictus de tipo hemorrágico en este grupo».

El Código Ictus de Castilla-La Mancha ha experimentado una actualización en este mismo año, de manera que ha aumentado el número de pacientes que pueden beneficiarse del tratamiento ampliando hasta siete horas el tiempo para recibir tratamiento mediante trombectomía mecánica, en los casos en los que se precisa ese tratamiento, que ahora puede también aplicarse a pacientes de mayor edad.

«Esta actualización del protocolo regional permite tratar también casos de ictus con tiempo de evolución desconocido (como son los ‘ictus del despertar’) gracias a la disponibilidad en los centros de la región de técnicas radiológicas que son capaces de detectar rápidamente el área de tejido cerebral que se ha infartado y el área de penumbra o de tejido cerebral salvable», informa el jefe del Servicio de Neurología de la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan.

El protocolo se activa cuando se produce una llamada al 112, en la que se informa de un posible accidente cerebrovascular. Mientras una unidad de la Gerencia de Urgencias y Emergencias con soporte vital avanzado se dirige al lugar del incidente para realizar la primera valoración del paciente, el Centro Coordinador del 112 se pone en contacto con el hospital acreditado más cercano para solicitarle un preaviso hospitalario e informarle de las características del paciente.

Simultáneamente, mientras se asiste y traslada al paciente, el neurólogo del hospital de destino pone en marcha el proceso intrahospitalario de diagnóstico y preparación del tratamiento médico, según el protocolo de actuación.