La actriz catalana Amparo Baró, muy conocida por su célebre personaje de Sole en la serie 7 vidas -con la que permaneció en antena desde 1999 hasta 2006-, falleció ayer en Madrid a los 77 años tras una larga enfermedad, según confirmó su agencia de representación. Sus restos fueron trasladados al Tanatorio Norte de la capital, donde se instaló la capilla ardiente para darles el último adiós.
La intérprete, nacida en Barcelona el 21 de septiembre de 1937, desarrolló su carrera en el teatro, el cine y la televisión, donde popularmente se la recuerda, además de por el mencionado trabajo junto al actor Javier Cámara, por su colaboración en la ficción El Internado.
En la gran pantalla destaca su papel en la película Siete mesas de billar francés (2007), dirigida por Gracia Querejeta, por el que recibió un Goya como Mejor Actriz de Reparto, mientras que sobre las tablas fue reconocida con el Premio Valle Inclán de Teatro en 2012 por su participación como Tracy Letts en Agosto (Condado de Osage).
Esta fue, además, la última actuación teatral de Baró, un oficio por el que la actriz abandonó sus estudios universitarios de Filosofía y Letras y en el que debutó en 1957 con la obra El burlador de Sevilla y convidado de piedra.
Ese mismo año, la intérprete dio el salto al cine con la cinta Rapsodia de sangre de Antonio Isasi-Isasmendi, con quien trabajó en 1961 en el filme Tierra de todos.
En la década de los 60 participó, asimismo, en películas tan conocidas como Margarita se llama mi amor (1961), de Tito Fernández; La chica del trébol (1963), de Sergio Grieco; Tengo 17 años (1963), de José María Forqué; La banda del Pecas (1968), de Jesús Pascual; y Carola de noche (1969), de Jaime de Armiñán.
Otras cintas en las que interpretó diversos papeles fueron El bosque animado (1987), de José Luis Cuerda; Soldadito español (1988), de Antonio Giménez-Rico; Las cosas del querer (1989), de Jaime Chávarri; y Boca a boca (1995), de Manuel Gómez Pereira.
De igual forma, la catalana también participó en algún cortometraje como A falta de pan (2005) o Eutanas, SA. (2013).
Baró fue galardonada en 2013 con el XVII Premio Nacional de Teatro Pepe Isbert, concedido por los Amigos de los Teatros de España (Amite). La intérprete recibió el galardón de manos de Tony Isbert y del presidente de honor de la Asociación, Manuel Galiana, en el Teatro Circo de Albacete.
TODO UN REFERENTE. Tras conocerse la noticia del fallecimiento de la actriz, fueron muchos los compañeros que tuvieron palabras de cariño para ella. Así, el director artístico del Teatro Español, Juan Carlos Pérez, lamentó «profundamente» su muerte y destacó que, «durante más de medio siglo, dignificó su profesión desde una constante discreción, haciendo de la honestidad y la naturalidad su bandera y convirtiéndose en ejemplo de trayectoria para varias generaciones de actores y directores».
Además, Pérez resaltó que, aunque millones de espectadores se enamoraron de Baró con Soledad Huete, la sardónica abuela de 7 vidas, para entonces «ya la contemplaban más de cuatro décadas subida a los escenarios».
Otra de las que mostró su consternación fue la también intérprete Pilar Bardem, amiga de la fallecida, que manifestó: «Aún no me lo puedo creer. ¡Nos queríamos tanto!». Junto a ella, el actor Gonzalo de Castro aseguró que la catalana había tenido «una vida muy plena» y que, tras su muerte, se marcha «con un gran recorrido profesional y la admiración de todos sus compañeros».
El ministro de Cultura, José Ignacio Wert, se sumó, igualmente, a las condolencias, apuntando que Baró será recordada como «una de las más significadas representantes de una extraordinaria generación de actores», ensalzado su «simpatía, cercanía y calidad humana».