Una derrota en el Ovni de Sagunto es un resultado asumible para cualquier equipo de Plata, pero caer con 11 goles de diferencia y encajar casi la cuarentena de goles (39-28) se antoja excesivo para el que en teoría es otro candidato a pelear por los puestos que dan derecho a disputar la fase de ascenso a la máxima categoría. Por ello, el conjunto ciudadrealeño pasaba ayer una jornada dominical de reflexión, mentalizándose de la necesidad de pasar página cuanto antes para centrarse ya en el siguiente examen con mayúsculas que le depara el calendario, el del próximo sábado contra el segundo clasificado, el Nava (18.30 horas, Quijote Arena).

A pesar de la importante ausencia del argentino James Parker por asuntos personales, y de la inesperada ausencia del extremo Gonzalo Almansa lesionado en el entrenamiento del viernes, en el Vestas Alarcos no se buscan excusas ante este sonrojante marcador en contra. Su técnico, Javier Márquez, lo resumía de un modo muy sencillo:«Ellos estuvieron a un gran nivel y nosotros, mal». Además, el técnico manzanareño destacaba las 22 paradas que acumularon los porteros locales.

Por su parte, Brian Negrete, uno de los dos capitanes del equipo, asumía en redes sociales que el del sábado fue «un partido para olvidar. Puerto Sagunto fue muy superior. No sirve de nada lamentarse, aprender es la línea a seguir. En una semana volvemos al Quijote y recibimos a la Nava, nueva final y ya pensando en eso».

mal de muchos. Para cierto consuelo alarquista, es cierto que la de este fin de semana no fue una buena jornada para ninguno de los cuatro primeros, que perdían sus partidos, lo que ha dejado una cabeza de la clasificación mucho más comprimida, con el Alarcos sexto, pero a sólo dos puntos del aún líder, el Barça B.