El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de la capital exigió ayer al equipo de Gobierno «que encuentre una solución definitiva y realista» para el teatro-auditorio, por lo que le instó a que busque la ayuda de otras administraciones, financiación privada o «lo que sea para que deje de ser una monumental ruina», dijo Fátima Serrano en relación a la infraestructura que se encuentra a medio hacer entre la calle Barcelona y la avenida Tablas de Daimiel.

La portavoz del principal partido de la oposición recordó que Rosa Romero decidió paralizar las obras de construcción de este proyecto en abril de 2010, cuando se encontraba al 40% de ejecución y calificó como «una irresponsabilidad» el dejarlo en dicha situación.

  «Hoy por hoy es un gran armazón de cemento en el que se han enterrado 15 millones de euros», dijo Serrano para agregar a renglón seguido que era «un monumento a la ineptitud, al mal gobierno y a la falta de gestión».

De hecho, comentó que el proyecto podría ser objeto de «visitas guiadas» por parte de ediles de otras ciudades «para que vean lo que no se puede hacer», ya que lo definió como el gasto más «inútil, improductivo y estéril» que se ha hecho.

Para la socialista, el equipo de Gobierno «vivió por encima de sus posibilidades» y lo hizo «presupuestando sin ton ni son» en base a «un sueño megalómano» que le llevó a iniciar la construcción de dicho «mausoleo», el cual no sólo se ha ‘comido’ 15 millones de euros, sino también «errores monumentales», de los que ni se ha hablado, criticó Serrano.

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