El reventón de una tubería de fibrocemento de 150 milímetros en la calle Luz -a la altura del número cuatro- inundó ayer tres aulas de Educación Infantil del colegio San José, en manos de las Hijas de la Caridad. La rotura, que se produjo pasadas las seis de la tarde, provocó una tremenda tromba. «Salían litros y litros de los baños», aseguraba sor Tomasa mientras achicaba el agua con un cepillo lamentando el estado de la tarima flotante. «Se va a acabar levantando», según apostillaba. Por fortuna, al ser verano, hoy no tendrán que recibir a los cerca de 90 niños que acogen esas estancias durante el curso escolar.

La avería en la conducción general dejó sin suministro de agua a unas 500 viviendas, así como a establecimientos comerciales y bares de la zona, hasta su reestablecimiento a última hora del día. «La tubería que se ha roto es de las más antiguas», indicaba el gerente de Concesiones de Aquona Ciudad Real, Antonio García Pastrana, incidiendo en que «al hacer mucho calor, cambia el régimen del movimiento del agua en las tuberías con variaciones de presión y velocidad». Y es que la utilización del fibrocemento en canalizaciones ha dado paso en los últimos años a materiales más resistentes como la fundición dúctil y el polietileno.

La Policía Local se desplazaron a la zona para cortar el tráfico, ya que el agua alcanzaba la calle Altagracia. La intervención de los técnicos de Aquona, que estuvo trabajando en la red de alcantarillado, provocó un pequeño atasco ante la imposibilidad de acceder al centro de la ciudad por la calle Jacinto.