La ONCE ha aprovechado su turno en las comparecencias de los distintos colectivos de discapacitados ante la Comisión del ramo de las Cortes Regionales para llamar la atención sobre la proliferación de las casas de apuestas. El presidente del Consejo Territorial castellano-manchego de la organización de ciegos, José Martínez Martínez, ha calificado este fenómeno como «la nueva droga del siglo XXI», por lo que ha reclamado una mayor regulación sobre estos establecimientos.
Martínez afirmó ayer que en torno a estos negocios se están generando «índices preocupantes de ludopatía» que afectan sobre todo a jóvenes y personas de bajos ingresos. El responsable de la ONCE quiso alertar de este fenómeno al contraponerlo como el «juego responsable» que encarna el popular cupón de su organización. Así, destacó el «valor social» de este juego de azar en el que un 35 por ciento de lo recaudado va a parar al salario de los propios vendedores, un 22 por ciento a premios, y el resto a inversión en mejoras para discapacitados u otras necesidades sociales. «Todo lo devolvemos a la sociedad, o en premios o en inversiones sociales», comentó Martínez para remarcar el fin benéfico de su tradicional juego de azar.
El presidente regional de la ONCE también recordó que, sólo con el cupón, su entidad da trabajo a unos 19.000 vendedores discapacitados en España, de los cuales algo más de 600 desempeñan su labor en Castilla-La Mancha.