El Festival baja el telón con más de 45.212 visitas

M. Sierra
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Menéndez demanda «más ayuda pública y privada para seguir regalando excelencia con dignidad», amparada por las cifras de un balance que confirma el « rotundo éxito» de 'la 37'

Natalia Menéndez durante el balance que ha realizado del Festival - Foto: /Fotos Mariano Cieza(efe)

Y Almagro volvió a estar a la altura. La 37 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que este año se desarrolló entre los días 3 y 27 de julio, echaba ayer oficialmente el cierre haciendo balance de lo acontecido a lo largo de las últimas cuatro semanas. Y el resultado del mismo, en palabras de su directora, Natalia Menéndez, es que esta edición ha sido «un rotundo éxito», con un 93,83% de ocupación, un total de 45.212 visitas y una recaudación que asciende a 476.168 euros en taquilla.

Así lo daba a conocer en la jornada de ayer, asegurando que buena parte de los resultados cosechados este año se deben al esfuerzo realizado «por todos», por el equipo del Festival, compuesto por 115 trabajadores, y 48 voluntarios; por los patronos (Junta, Diputación, Ayuntamiento, Inaem); las compañías y almagreños, cada vez más conscientes de que esto es suyo.

Una edición que ha servido, a nivel económico, para estar más cerca de cumplir un sueño, el de amortizar una deuda heredada de 1,3 millones de euros, «de la que solo queda por pagar un 3,4%», 45.782 euros «pendiente de ingresar por el Ayuntamiento de Almagro», y que hasta ahora impedía a la muestra avanzar, como recordó Menéndez a La Tribuna semanas antes de que el Festival diera comienzo.

Con el teatro como excusa y razón, Menéndez recordó que éste «no es un concepto, es un arte que se realiza con el trabajo de muchas personas, que se dejan el alma para poder regalarla, en la búsqueda de la excelencia». Y dicho esto recordó que la calidad requiere de ayuda, «ya que voluntad e ideas no faltan, como se ha demostrado a lo largo de esta edición». Para terminar su discurso reconociendo que «somos todos un poco Quijotes a la hora de sacar esta programación adelante, pero los gigantes son demasiados, nos hacen falta más Sanchos en esta gran aventura», una metáfora de la que se sirvió para reclamar «más ayuda pública y privada para seguir regalando excelencia con dignidad».

 «La calidad, la excelencia y la belleza» han sido, en palabras de Menéndez, los pilares sobre los que se ha levantado esta edición por la que han pasado grandes nombres de la escena, como Julia Gutiérrez Caba, Carmen Machi, Javier Gutiérrez, Israel Elejalde, Rosa María Sarda, Verónica Forqué o Israel Elajalde; grandes directores como Miguel del Arco, Lluis Pascual, Helena Pimenta o Pablo Messiez; y en la que no han faltado estrenos, Los brillantes empeños, Bobas y gallegas o La Hermosa Jarifa entre otros.

sobre los escenarios. En este repaso por lo que ha sido la 37 edición, no se olvidó la directora de la muestra de destacar la labor de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), que ha sido «una de las protagonistas incuestionables de la edición», con tres producciones, Donde hay agravios no hay celos, El caballero de Olmedo, en colaboración con Teatre Lliure, y La cortesía de España, con la Joven; y otras dos coproducciones, una de ellas con Ron Lalá, de la que salió En un lugar del Quijote, y otra con la FEI, Factoría Escénica Internacional, que puso en escena Las bandoleras.

Habló del carácter internacional de la muestra, que ha sido «más realidad que nunca» en esta edición gracias montajes como los que llegaban al Festival desde Italia, país invitado, encargado de abrir con Amleto el espacio escénico del Aurea; Babayaga, como finalista de la tercera edición del Certamen Barroco Infantil, y Un viaje a través de la historia de la tarantela, con el que el teatro volvía a la plaza. (Más información en la edición impresa)