Un hombre de 41 años murió ayer tras ser herido con un arma blanca en su domicilio de la calle Poesía, número 2, de Manzanares, a la espalda del recinto de Fercam. Como presunta autora del apuñalamiento fue detenida su compañera sentimental sobre la que, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, el juez decretó prisión provisional comunicada y sin fianza. Se le imputa de forma provisional un presunto delito de homicidio.

Los hechos ocurrieron a las 00.30 horas, según la Subdelegación del Gobierno. Una vecina de la misma calle contó ayer a La Tribuna que a medianoche, mientras estaban en la calle, escucharon «golpes y gritos» y pensaron que la pareja se estaba peleando.

Poco después la mujer salió a la calle pidiendo auxilio, llamó a un vecino y éste a otro que es médico, según explicaron a este diario fuentes jurídicas.

Sin embargo, la vecina de la misma calle dijo que el hombre fue herido en el pecho en el interior de la vivienda y salió «cubierto de sangre» para pedir ayuda, hasta tal punto que arrancó el buzón.

El vecino, médico de profesión, vio lo sucedido y salió corriendo, en ropa interior, para atenderle hasta que llegaron los servicios sanitarios. «Salí a tirar la basura y ya había llegado la UVI, la Policía Local y la Guardia Civil», contó esta vecina, aún impactada por lo ocurrido.

«Los médicos le intentaron reanimar durante una hora y media, se turnaban para hacerle el boca a boca», describió, pero el hombre finalmente murió en el patio delantero de su casa. Sobre las 4.30 de la madrugada, acudió la forense a examinar el cadáver, y posteriormente fue levantado.

La Tribuna también contactó con una antigua compañera de trabajo de la presunta agresora, que la tarde anterior había estado con la pareja en la plaza del Gran Teatro, junto con más conocidos. Según contó, Josianne, que así se llama, es de nacionalidad francesa, pero «llevaba muchos años en Manzanares». Tiene 44 años, tres hijos (dos varones y una mujer) y trabaja esporádicamente en hostelería. Tal y como explicó esta excompañera, tenía problemas de adicción al alcohol.

Por su parte, Fernando, la víctima, había estado casado con una manzanareña, con la que tenía un hijo en común y de la que actualmente estaba separado, también por problemas derivados de la bebida. Era natural de Manzanares y trabajaba como albañil, si bien en los últimos tiempos «solo hacía trabajos esporádicos».

Josianne y Fernando mantenían una relación sentimental y habían vivido juntos en un piso de la calle Blas Tello, pero hacía «muy poco» que se habían mudado a la casa en la que sucedieron los hechos. La relación se caracterizaba, según esta amiga, por «continuas peleas», por lo que la agresión de la madrugada del martes era «esperable». De hecho, la familia y los conocidos, que estaban al tanto, les instaban a que acabaran con la relación. No obstante, desde la Sudelegación del Gobierno informaron a este medio de que no constaban denuncias previas. Ayer, una de esas peleas terminó con la vida de Fernando, que entre sus vecinos era «conocido y respetado, muy buena persona, como toda su familia».

El alcalde del municipio, Julián Nieva, mostró ayer su pesar por lo acontecido y remitió a la información dada por la Subdelegación del Gobierno, si aportar más datos. «Lo lamento profundamente, pero lo que ha ocurrido tendrá que clarificarlo la investigación policial y judicial», dijo.