El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, anunció este viernes el cierre en los próximos días de una bodega de Castilla-La Mancha por incumplir con las normas de calidad. Martínez Arroyo realizó estas declaraciones durante la celebración del almuerzo-tertulia del Ateneo Rural, que cuenta con la colaboración de La Tribuna, y que tuvo lugar en Pedro Muñoz bajo el título ‘El sector vitivinícola en Castilla-La Mancha. Diversificación y Trazabilidad’.

El titular de Agricultura, que estuvo acompañado por el alcalde de la localidad, además de por una amplía representación del sector, destacó el compromiso del Gobierno regional por cumplir con los controles de trazabilidad en el sector vitivinícola. Y fiel reflejo, señaló, es que en los próximos días podría cerrar una bodega de la región por infringir la normativa, aunque no detalló ni el nombre ni la provincia en la que está ubicada. En este sentido, insistió que Castilla-La Mancha no es solo la mayor bodega del mundo sino que además es una de las comunidades donde más rigor existe en la aplicación de los controles de la cadena.

 Recordar que la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha denunció hace aproximadamente un año el presunto fraude que estarían cometiendo unas ocho o diez bodegas de la región con la chaptalización del vino y pidió a las administraciones central y autonómica actuar contra estas bodegas que estarían cometiendo irregularidades en la elaboración del vino. La chaptalización es una técnica que aumenta la graduación del vino con sacarosa y agua y que está prohibida en España.  

Durante su intervención, el consejero de Agricultura habló también de la campaña de vendimia declarando que se trata de una campaña con mayor producción  con respecto a la anterior pero que no será problemática al no haber habido apenas existencias en el enlace de una temporada con otra. Durante el transcurso del encuentro, organizado por el Ateneo Rural, se hizo hincapié también en la necesidad de recoger la uva con el grado mínimo e indispensable, ya que todo aquello que esté por debajo de nueve grados no es vino, y  se debe destinar a la elaboración de otros productos como el mosto.