El portavoz del Grupo Municipal Popular, Jesús David Sánchez de Pablo, anunció que el equipo de Gobierno va a proponer en diciembre una modificación de créditos para destinar el aumento de ingresos que llegue por el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) a los planes de empleo municipales que se han activado estos últimos meses. La cantidad exacta que se movilizará está a la espera de los datos de liquidación que tiene entregar la Diputación al Ayuntamiento de Daimiel, pero «lo que tenemos claro en el equipo de Gobierno es que cualquier partida que no se ejecute o cualquier dinero extra que ingresemos durante el año lo tenemos que reinvertir en las personas que peor lo están pasando», enfatizó. Esa previsión de ingresos es la que servirá de base para el presupuesto de 2019, cuya confección también depende en estos momentos de la respuesta que dé el Ministerio de Hacienda a la solicitud del Ayuntamiento de Daimiel de adherirse al Fondo de Ordenación de entidades locales. De recibir el visto de bueno del Gobierno central, el Consistorio podría flexibilizar el pago de la deuda pendiente en plazos menos exigentes y liberar así fondos con los que «mejorar el estado de las calles o el saneamiento». Un mecanismo que daría un margen de maniobra con el que no se ha contado en los últimos siete años, «al no poder acudir a la financiación externa», tal y como recordó Sánchez de Pablo. Así las cosas, la intención del Ejecutivo local durante lo que queda de legislatura es ampliar la mejora de la accesibilidad, que ya es una realidad en el parque de El Carmen o en la plaza de la Paz; apoyar la dinamización turística, mejorando su profesionalización o embelleciendo las rotondas del municipio; y comenzar en breve la reforestación en el margen del río Azuer. Un «punto de inflexión» al que se ha llegado gracias a una «rigurosa política económica en el control del gasto» y que, de forma paralela, se ha acompañado de una serie de rebajas fiscales, principalmente con la reducción del tipo del IBI del 1,1 al 0,72.