Las nubes siguieron presentes durante la mañana del lunes, sin embargo, los leves rayos de sol bastaron para que una gran multitud de devotos se armaran de valor y acudieran al parque de Alarcos, con la esperanza de poder ver procesionar a la Virgen como cada lunes de este festejo. Antes de la misma tuvo lugar la tradicional función religiosa en el interior de la ermita, que fue seguida con gran fervor por cientos de fieles, jóvenes y mayores.Al fin de la misa, la Virgen procesionó alrededor de la ermita a hombros de los jóvenes de la Hdad. de Alarcos de Valverde, con la banda de música municipal al frente y acompañada de centenares de personas cuyos rostros se debatieron entre la alegría, el fervor y las lágrimas de emoción que más de uno no pudieron reprimir. Durante el rodeo no faltaron los aplausos, los gritos de júbilo y una lluvia de serpentinas hasta que, finalmente, el paso entró en el templo de cara a los presentes, que la despidieron hasta el año que viene.