«Cuando toreas tan poco, cada tarde es la más importante»

Pedro M. Puerta
-

Fernando Tendero / Matador de toros

Fernándo Tendero posó para La Tribuna - Foto: /Fotos Rueda Villaverde

Ciudad Real, de nuevo, donde triunfaste allá por 2011, en la feria de José Tomás y Morante de la Puebla.

Toreé aquel año aquí en sustitución de Cayetano. Era el 21 de agosto y me avisaron el 20 por la noche, así que al día siguiente me presenté con una mezcla de tensión y miedo porque llevaba 11 meses sin torear y, de repente, te dicen que mañana toreas con el Juli y Morante... Entré como sustitución de última hora y salí como triunfador de la feria. La feria más importante de los últimos años, por cierto, por la cantidad de público que hubo debido al ‘efecto’ José Tomás. Volví en 2012, donde corté una oreja al primer toro, en el segundo pinché y eso provocó mi ausencia el 2013.

¿Qué esperas de esa tarde?

Yo llego con gran ilusión. Aunque no toreo mucho, creo que estoy en un momento bueno y lo tengo que demostrar en la plaza, aunque parezca un tópico. El 17 de agosto, Ciudad Real podrá ver el momento que atravieso, aunque ya entrevió algo en el festival benéfico del pasado 1 de junio. Era un festival, pero aún así me sirvió para coger moral, porque tuve que tirar de recursos frente a un novillo que no me regaló nada, que tenía problemas para respirar y no fue fácil de torear, fue el peor de la tarde.

Aquella tarde se fue por portagayola.

Había rivalidad, y uno torea poco. Cuando las tardes que toreas al año se pueden contar con los dedos de una mano, cada corrida es la más importante. Creo que es una suerte que predispone a la gente, le demuestra que el torero va a por todas. Luego, por supuesto, hay que realizar una lidia completa en los tres tercios para ‘tocar pelo’.

¿Qué le parece la apuesta de Maxitoro con este cartel ‘monstruo’ con cuatro toreros de la tierra?

Para mí es un cartel bonito, pensado para la gente de Ciudad Real. Cada uno de nosotros tenemos nuestra lucha particular, nuestra queja cuando no toreamos, así que ahora la gente va a tener la oportunidad de valorar y sacar conclusiones. El aficionado siempre reclama que se anuncien más toreros de la tierra y ahora es cuando tiene que responder y acudir a la plaza, porque sin público, por muy bien que lo hagamos, esto no funciona.

¿Cómo es la relación entre los toreros manchegos?

Hay buen ambiente y buena relación. Tampoco nos ayudamos mucho, en el sentido de que apenas tenemos para nosotros, pues menos nos podemos ayudar. Y dentro de la plaza, ahora que compartimos cartel, vamos a ir a por todas, eso es impepinable. ¿Qué espera cada uno de nosotros? Si yo puedo cortar tres orejas y el resto ninguna, mejor para mí, eso es así.

¿Que le queda por torear esta temporada?

De momento solo llevo la corrida de Carrión, donde corté dos orejas, y el festival benéfico. Me queda un festival en el Robledo el 16 de agosto, y al día siguiente la de Ciudad Real. El resto, entrenar duro en el campo. No me puedo quejar.

¿Se hacen duros estos años de crisis, toreando tan poco?

Bueno, en 2012 y 2013 toreé una corrida cada año, el primero repetí en Ciudad Real por ser el triunfador de 2011 y el segundo en Villarrubia de los Ojos. Ciudad Real es mi décima corrida; piensa que cualquier torero torea esas tardes en su primer año de alternativa. Por otro lado, solo me queda resignarme y seguir luchando. Eso sí, cuando llega el 15 de agosto y no estoy vestido de luces, se me vienen a la cabeza muchas cosas. Es un día que se decía antiguamente todo el mundo torea, pero ya ha dado una vuelta de tuerca esto: ya no todos torean. Llevo años en que no me visto de luces ese día... y se pasa mal. (Más información en la edición impresa)