La sección provincial del Colegio de Economistas de Madrid hizo públicos ayer los resultados de la segunda encuesta de opinión realizada entre sus profesionales y sus resultados apuntan hacia una percepción que poco a poco se constituye como una realidad:la de la desaceleración de la recuperación tras la salida de la crisis. Hacia esa conclusión se encaminan los resultados de esta segunda encuesta semestral, que rebaja en cuatro décimas la previsión de crecimiento para la provincia de Ciudad Real el año próximo con respecto al crecimiento estimado para este ejercicio, todo en un marco global de desarrollo económico alejado del crecimiento estimado para el conjunto del país, y también por debajo de las estimaciones para la región. En ese contexto, además, el paro sigue siendo la principal preocupación para los profesionales, que junto con el precio de la energía y la falta de infraestructuras han sumado nuevas preocupaciones a esa lista, como la que provoca la inestabilidad política.
La encuesta permite empezar a trazar líneas y hablar de evolución en el análisis de los economistas. Ese aspecto fue precisamente el que destacó el decano de la Facultad de Derecho, Juan José Rubio, que recordó que los economistas «hablamos más en término de dinámicas y no de puntos fijos». En este sentido, se puede establecer una dinámica entre el crecimiento que los profesionales estiman para este 2018 en la provincia, que es del 1,9 por ciento, y el que estiman para 2019, que se queda en el 1,5 por ciento. Desaceleración. Además, el crecimiento de este año queda lejos de la previsión de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE) para España (2,6 por ciento)y la estimación de crecimiento de la región (2,1 por ciento). Sucede lo mismo con el del año próximo, la previsión, que está siete décimas por debajo de la del país (2,2) y una décima por debajo de la región (1,6).
El coordinador de la sección provincial del Colegio de Economistas en Ciudad Real, José Antonio Negrín, se refirió a esa desaceleración y también señaló la evolución que se ha producido en esta segunda encuesta con respecto a las mayores preocupaciones o problemas de la economía que perciben los profesionales. «El paro sigue siendo la fundamental, pero ha descendido bastante la percepción», aseguró Negrín. De hecho, el desempleo en la provincia ha pasado de ser el problema más preocupante para el 78,26 por ciento de los encuestados, y no para el 99 por ciento como hace seis meses. Por detrás están el precio de la energía (54,55), la falta de infraestructuras (47,83), la elevada fiscalidad (43,49) y la inestabilidad política (36,37), que asoma en la parte alta del listado. También aparece en la lista, en el séptimo puesto, la escasa inversión, por detrás de los problemas relacionados con el agua.
Otros resultados de la encuesta apuntan a la desprotección en materia de protección de datos que perciben los economistas (el 75 por ciento lo siente así) y a un buen grado de felicidad pese a la desaceleración, del 6,8 sobre diez en la provincia. Llama la atención el grado de felicidad que se estima para el colectivo de parados (8 sobre 10), «lo que no supone que estén felices de estar en desempleo», puntualizó Negrín, «sino que cuentan con esperanzas de volver al mercado laboral en poco tiempo».
La sección de Ciudad Real del Colegio de Economistas de Madrid cuenta en la actualidad con cerca de 140 miembros, y la participación en la encuesta ha subido en varios puntos con respecto a la anterior. Dentro de seis meses, volverán a tomarle el pulso a la realidad económica de la provincia de Ciudad Real.