El alcalde en funciones de Ciudad Real, Nicolás Clavero, no acudió ayer al cerro de Alarcos. En su lugar lo hizo la propia alcaldesa, Pilar Zamora, quien apareció en lo alto de la ermita junto a la delegada provincial de la JCCM, Carmen Olmedo, el 2º vicepresidente de la Diputación provincial, Manuel López y la concejala de Festejos, Manuela Nieto-Márquez.Aunque declaró sentirse «algo débil» por la intervención quirúrgica a la que se sometió hace un mes por su cáncer de mama, Zamora aseguró que acudir ayer a la ermita «merece el esfuerzo porque es un día grande para Ciudad Real» y agradeció tanto a la hermandad como a las concejalías y los operarios municipales «el esfuerzo y la rapidez con la que solucionaron algo que hacía mucho que no sucedía», en referencia a la suspensión de la romería y el traslado de la Virgen al templo en un vehículo del Ayuntamiento.En cuanto a su situación, manifestó sentirse «segura y con fuerzas» para iniciar el tratamiento con quimioterapia.