El impulso juvenil detrás de la Cruz

Diego Farto | Ciudad Real
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La Marcha de Adviento concentra en Miguelturra a casi 600 jóvenes, que tras desarrollar varias actividades emprenden un recorrido nocturno a Ciudad Real

En medio de muchas sonrisas y un ambiente festivo, casi 600 jóvenes partieron ayer desde la plaza de la Constitución de Miguelturra para iniciar la XVI Marcha de adviento organizada por la Pastoral de Juventud. Ante la puerta de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, el delegado Pastoral de Juventud, José Felipe Fernández, impartía las instrucciones para la caminata nocturna hasta Ciudad Real. La marcha, con la cruz por delante, concluyó en la iglesia de Santo Tomás de Villanueva para realizar una vigilia.

Fernández explicó que antes de este encuentro fueron necesarios tres meses de trabajo para ofrecer a los participantes «una experiencia de fe y de encuentro de las distintas de personas de distintas localidades». Igualmente, señaló que para la Iglesia esta marcha «sirve para entender que los jóvenes, con sus dudas, con sus problemas, también son gente de Iglesia y públicamente lo manifiestan con tranquilidad, normalidad y alegría, puesto que son jóvenes».

Pero más allá del recorrido, el número de participantes o las actividades que estos jóvenes realizarán durante el día de hoy, la Marcha de Adviento se concibe como una expresión de alegría juvenil y de reafirmación cristiana.

Así, uno de los participantes, Jesús Muñoz, natural de Moral de Calatrava, explicó a La Tribuna que detrás de este evento «está el trabajo de un montón de jóvenes que llevamos varios meses organizando, planificando actividades». El esfuerzo de organización dio paso ayer a un amplio programa que abarcó prácticamente todo el día y continúa hasta el mediodía de hoy.

La concentración de los participantes comenzó a las 12.00 horas, con la recogida de acreditaciones de quienes se apuntaron a lo largo de la semana, para dar paso a una presentación de programa y en especial con referencia al Año de la Misericordia proclamado por el papa, a la que también está dedicada la XVI edición de la marcha. Tras la comida y un turno de confesiones para quienes quisieran hacer uso de él, «los mayores de edad hemos escuchado una ponencia sobre la misericordia y los menores han hecho una yincana sobre la misma temática», refirió Muñoz.

En su opinión, «un joven cristiano que realmente sienta la fe sabe que lo que tiene que hacer es intentar evangelizar, llegar a los demás jóvenes, demostrar que es un ser humano, un seguidor de Jesús en el día a día. Si lo demuestras los demás verán que la fe es mucho más que ir a misa».