"Los viejos demonios resurgen, dispuestos a llevar a cabo su obra de caos y muerte", dijo el mandatario, que llamó a los dirigentes mundiales reunidos en la capital francesa a luchar por la paz y por un mundo mejor.  

Entre los asistentes destacan el presidente estadounidense, Donald Trump, la canciller alemana, Angela Merkel, o los mandatarios ruso y turco, Vladimir Putin, y Recep Tayyip Erdogan. El Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acompañado por su esposa, representan a España en los actos que se celebran bajo un fuerte despliegue de seguridad, con unos 10.000 efectivos operando en París. 

Macron habló de las amenazas que acechan al mundo actual como el calentamiento climático, la pobreza, el hambre y la desigualdad. El unilateralismo, la violencia y el dominio sobre los demás no solucionan esos problemas. "El patriotismo es exactamente lo contrario del nacionalismo", dijo el jefe de Estado galo de 40 años. Sobre el conflicto que azotó Europa entre 1914 y 1918, y que se puso fin con un armisticio firmado en Compiégne, al norte de París, hace hoy exactamente cien años, dijo: "En esos cuatro años Europa casi se mata a sí misma". En la guerra, que llevó entre otras cosas a la caída del imperio alemán y que cambió el orden político europeo, murieron casi nueve millones de soldados y más de seis millones de civiles.