Uno de cada diez ciudadrealeños están ahorrando para su jubilación a través de un plan privado de pensiones. Así lo reflejan los datos del Observatorio Inverco a los que ha tenido acceso La Tribuna, que evidencian que a lo largo de 2017 la inversión individual en estas figuras de ahorro para el futuro creció al tiempo que caía el número de planes de pensiones contratados en la provincia, pero como lo primero lo hizo a un ritmo mucho mayor que lo segundo, el patrimonio invertido en estos planes privados de pensiones creció hasta superar los 564 millones de euros en este territorio, que se sitúa como el segundo más importante de la región en el ahorro a través de estas figuras, sólo por detrás de Toledo.

Estas cifras y las tendencias que representan al plasmar sobre el papel su evolución cobran más importancia en la situación actual, con la Comisión de Seguimiento del Pacto de Toledo tratando de despejar en positivo las dudas que acechan a la ecuación del actual sistema público de pensiones. Hasta ahora, de esas reuniones han salido muchas propuestas, que van desde sacar algunas pensiones contributivas de la Seguridad Social para alimentarlas vía presupuestos hasta tratar de compensar el desfase entre gasto y cotizaciones sociales a través de los tributos, pero un sólo acuerdo: el de ligar la revalorización de las pensiones al IPC, y apenas como una recomendación previa. Por eso, no es de extrañar que aquellos ciudadrealeños que tienen planes privados de pensiones hayan incrementado su aportación individual en el último ejercicio.

El patrimonio invertido en planes de pensiones privados en la provincia de Ciudad Real continúa al alza. El año pasado, esta inversión superó los 564,91 millones de euros, lo que supone un incremento del 6 por ciento con respecto al ejercicio anterior, 2016, cuando el montante de los planes de pensiones privados alcanzaba los 532,76 millones de euros. Ese incremento se da pese a que el número de partícipes ha descendido por la cancelación o la puesta en marcha de algunos de estos planes, pasando de los 70.103 partícipes el año 2016 a los 69.331 del pasado ejercicio, una caída de poco más del 1 por ciento que no ha impedido que el patrimonio invertido en estas figuras de ahorro haya crecido por encima de ese 6 por ciento en el último año. ¿La razón? Que aquellos que han mantenido activo su plan de pensiones privado lo han hecho sumando aportaciones individuales al mismo, hasta elevar el patrimonio medio desde los 7.600 euros del año 2016 hasta los 8.148 que se registraron, de media, el año pasado. Además, según las cifras de Inverco, el 13,8 por ciento de los habitantes de la provincia tiene hoy día un plan privado de pensión activo.

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