El artista leónes Manuel Ovalle expone en el museo López Villaseñor una curiosa muestra titulada ‘Miradas de luz y color’, formada por casi 40 obras a través de las cuales realiza lo que denomina pintura digital.
Ovalle se presenta en el antiguo caserón de Hernán Perez del Pulgar con una colección muy variada, en la que se incluyen escenas de diverso tipo, paisajes urbanos y rurales, retratos, recreaciones fantásticas, composiciones de diverso tipo, llenas de vida y color pero cuya técnica es aún más sorprendente que cualquier efecto pictórico.
De entrada, el espectador avezado advertirá que los cuadros que cuelgan de las paredes de la galería del patio antiguo son, en realidad, una impresión en tela de alta calidad, pero son mucho más que eso, son la culminación de un proceso creativo con varios pasos. «Casi siempre empiezo haciendo una fotografía», advierte Ovalle, aunque el resultado final no siempre deja ver a las claras cómo es la imagen de partida. Sobre aquella fotografía inicial, el artista, que se considera sobre todo fotógrafo, realiza una intervención pictórica, en la que puede emplear diferentes técnicas, alterar la perspectiva o modificar el color de la imagen en busca de esa expresión de creatividad. Finalmente, realiza la copia en tela con gran calidad.
Manuel Ovalle justifica su utilización de las nuevas tecnologías en el arte como un deseo de «satisfacer mi inquietud por buscar algo distinto, una expresión artística que me permita mostrar mi visón de la realidad».
El artista, natural de la localidad de San Juan de la Mata, lleva una larga trayectoria que le ha permitido viajar por numerosos lugares, muchos de ellos recogidos en sus obras. Esta condición viajera le ha llevado a fijarse en muchos lugares emblemáticos, que en el caso de la provincia de Ciudad Real, se muestra en la inclusión de una toma del cerro de los molinos, en Campo de Cripitana, que ha servido además como elemento gráfico para el díptico de presentación de la exposición, que permanecerá en Ciudad Real hasta el 14 de octubre.