Hostelería recuerda que nunca niega el agua en restaurante

Hilario L. Muñoz
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La asociación critica la decisión de Unidos Podemos de obligar a los establecimientos a servir agua del grifo ya que es algo que ocurre y se pregunta el impacto que puede tener en las terrazas

El pasado 30 de septiembre se supo la intención de Unidos Podemos de iniciar una proposicón no de ley para que en España sea obligatorio que restaurantes y bares ofrezcan agua del grifo de      forma gratuita. Se trata de una petición enmarcada en un movimiento de asociaciones de consumidores que reclama medidas similares a las que hay en Francia o Estados Unidos para reducir el consumo de agua embotellada. Por ejemplo en Francia existe la llamada «jarra de agua», obligatoria cuando alguien se sienta a comer en un resturante. La propuesta ha caído como un jarro de agua fría en el sector hostelero que recuerda que en la provincia de Ciudad Real nunca se niega el agua del grifo a nadie, pero creen que una medida así podría tener consecuencias en una sociedad donde las terrazas son claves para el consumo.

«¿Qué pasaría si unas personas se sientan en una terraza y piden agua del grifo?», se pregunta la gerente de la asociación provincial de Hostelería, Cristina Miranda, mientras el vicepresidente de la organización, José Ángel Sánchez Maya, argumenta que hay locales de Valencia o Canarias que cobran «10 céntimos» por el servicio de agua, ya que implica cierto gasto para los establecimientos.

ironía. Sánchez Maya apunta a uno de los aspectos clave de esta propuesta y es lo que ocurriría en aquellos municipios donde la gente no suele consumir agua. De hecho puso el ejemplo, ocurrido en un municipio de la provincia, donde en el concurso de comedores escolares no tiene incluido el agua embotellada y los padres han pedido a la empresa adjudicataria que compre para los jóvenes estudiantes. A modo irónico recuerda que hay opciones antiguas como «el botijo o el porrón», como ocurría antiguamente, y que estaba en la barra del bar.

Sánchez Maya apuntó que los consumidores están acostumbrados, cuando lo desean, a pedir «una jarra de agua del grifo» en las comidas o al solicitar un menú, algo que se considera natural, ya que existe una consumición que va más allá de la propia bebida. De hecho, recordó que existen establecimientos que tienen filtros para mejorar la calidad del agua que sirven.

Con estos argumentos, el sector ve «innecesaria» esta petición realizada en el Congreso por parte de Unidos Podemos y apunta la necesidad de ahondar en cuestiones que realmente tienen que ver con la situación del sector.