La cooperativa Tierra de Calatrava liga su viabilidad a la subvención de 1,5 millones

I. Ballestero
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El Consejo Rector estudia la fórmula para recuperar los 1,5 millones de euros concedidos por la Junta en 2006 y que no se hicieron efectivos durante el concurso por la deuda con Hacienda y la Seguridad Social

Instalaciones de la cooperativa Tierra de Calatrava, de Miguelturra. / - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ

Atravesada la pantanosa zona del concurso de acreedores, el Consejo Rector de la Cooperativa Tierra de Calatrava volvió a asumir las riendas de la sociedad con un reto por delante: convertir en realidad el convenio que permitió la salida del proceso concursal y procurar la viabilidad de una cooperativa en la que siguen confiando «el 80 por ciento de sus socios», tal y como afirma su presidente, Bernardo Cortés. Cuando el concurso de acreedores de la sociedad se puso en marcha, en marzo de 2009, había pocas esperanzas depositadas en la salida de un laberinto de más de 39 millones de euros en el que estaban atrapados hasta 1.639 acreedores. En marzo de este año, un lustro después de aquello, la cooperativa y Banco Santander firmaban un convenio que permitió, en el mes de octubre, el cierre del proceso concursal. El reto de la viabilidad comenzaba y el Consejo Rector lo tiene claro: muchas de las opciones pasan por recuperar la subvención concedida por la Junta en 2006 para la construcción de la almazara. Es más, la alternativa al cobro de la subvención podría ser, incluso, la liquidación de la cooperativa. «Si se hace efectivo el cobro, tenemos un 90 por ciento de opciones de salir adelante», afirma Cortés. Si no, las opciones de la liquidación suben, incluso, hasta el 60 por ciento.
El Gobierno regional aprobó el 14 de agosto de 2006 una subvención a favor de la Cooperativa Tierra de Calatrava cercana a los 1,5 millones de euros para la construcción de la almazara, de la bodega y de la nuevas instalaciones para cereales. Las tres infraestructuras proyectadas se encuentran terminadas y en funcionamiento, pero la ayuda económica nunca llegó a materializarse, ya que en el periodo transcurrido entre la aprobación de la subvención y el cobro de la misma se sucedieron el desajuste económico, las cuentas que no cerraban y el concurso de acreedores. El proceso concursal arrancó en marzo de 2009 y la Junta comunicó a la cooperativa la imposibilidad del pago de la ayuda en mayo de 2010, primero, y en septiembre de 2011, después.

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