9,7 millones de kilos de cereal en Tierra de Calatrava

A. P.
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La cooperativa miguelturreña celebra asamblea general extraordinaria para abordar aspectos como su situación concursal y la elección del cargo de vocal primero del Consejo Rector

La Cooperativa Tierra de Calatrava celebró este miércoles una asamblea general extraordinaria en la que se abordaron desde la elección del cargo de vocal primero del Consejo Rector tras la baja registrada este año, la campaña sementera de 2018 y la propia situación de la cooperativa miguelturreña, que entró en concurso de acreedores en  2009 tras detectar anomalías en su sección de crédito y ahora, tras salir del proceso concursal en 2014, trabaja para cumplir con el convenio pactado con sus acreedores.

En relación a la campaña sementera, la cooperativa trató temas como las principales variedades de comercialización, los precios, las condiciones de pago y la situación del mercado. En este sentido, el Consejo Rector ofreció datos de la campaña de 2017 y de la de este año, que se ha cerrado con la recolección de 9,7 millones de kilos de cereal, lo que supone un 35,7 por ciento más que en la anterior campaña, en la que se lograron siete millones de kilos, según los datos aportados por la propia cooperativa. Un incremento que se debe, según su gerente, Emilio Ruiz, a que cada vez son más los socios que depositan su confianza en la cooperativa, pero también, añade, al trabajo que se ha hecho en las labores comerciales, y que ha motivado que «la gente confíe un poco más en nosotros y se aporte más cereal».

Con estos datos sobre la mesa, Ruiz tuvo palabras de agradecimiento para los asociados, «quienes con su esfuerzo han logrado que seamos más competitivos en el precio de este año en la semilla». Continúa explicando que Tierra de Calatrava ha sido de las pocas cooperativas de cereal, «por no decir la única», que ha pagado un euro más por encima de la lonja. Diferentes aspectos, comenta el gerente -en declaraciones a La Tribuna- que han contribuido a aumentar este año el número de kilos recogidos.

En cuanto a la situación en la que se encuentra la cooperativa, y que fue otro de los puntos que se analizaron durante la celebración de la asamblea general extraordinaria, Ruiz no quiso desvelar todos los detalles aunque sí aseguró a este medio que se continúa negociando con los acreedores e informando de forma constante al Juzgado. La cooperativa entró en concurso de acreedores hace nueve años y tras su declaración concursal en 2009, el fin de este proceso para Tierra de Calatrava se produjo en 2014. Ahora, cinco años más tarde, después de que el convenio presentado por la sociedad y Banco Santander consiguiera la adhesión de 170 acreedores, entre ellos, la propia entidad bancaria, se logró la conformidad de la representación de un pasivo de 27,67 millones de euros, más de la mitad del pasivo total que componía el concurso (35,9 millones), que daba cabida en sus inicios a más de 1.600 acreedores.

Nueve años después, Tierra de Calatrava sigue sufriendo las consecuencias del concurso con unos exigentes plazos de pago aprobados en 2014. El primer desembolso (55.141 euros) llegó entre finales de 2014 y principios de 2015. Dos años más tarde (2017) y como quedó reflejado en el convenio, la cooperativa liquidó una cantidad mayor, en concreto, 275.705 de los 5,5 millones que debe pagar. La última retribución llegará en diciembre de 2018, cuando tendrá que abonar algo más de cinco millones de euros, lo que supone el 94 por ciento de los 8,8 millones que corresponden a los créditos que no aceptaron el convenio, sin la quita. Y en eso es en lo que está trabajando el Consejo Rector con los acreedores, en buscar las fórmulas para asumir de la mejor manera el pago estipulado.