Partido de muchas emociones el vivido ayer en el Camp Nou. El Barcelona empató contra el Deportivo en la última jornada de la Liga, un resultado que dejó al cuadro ‘culé’ listo para la celebración del título liguero y al bloque gallego en la máxima categoría gracias a remontar un 2-0 inicial para el conjunto azulgrana. Así, los visitantes se ‘colaron’ en la fiesta local sabiendo que jugarían un año más, tras verse muchos minutos en Segunda, en la élite. Y es que, tras el primer gol del Barça, obra de Messi en el minuto 5, y hasta el empate del héroe Salomao en el minuto 76, el conjunto coruñés estuvo en la segunda categoría del fútbol español. El 2-0, y el juego ofrecido por los de Víctor Sánchez del Amo, daba pocas esperanzas a los gallegos, pero la relajación blaugrana hizo acto de presencia y, en dos acciones puntuales, el Depor obró el milagro.
Con el empate se acabó el partido. Fue una falta directa que sacó Medunjanin. El segundo rechace le cayó a Salomao, quien metió la puntera para batir a Masip. Un tanto que era mucho más: la permanencia. Así, al final, los deportivistas celebraron sobre el césped la salvación mientras ya se preparaba la celebración ‘culé’. El partido era una fiesta para el Barça, por el título conquistado en la penúltima jornada en el Vicente Calderón, pero para el Deportivo era todo lo contrario. Una final en toda regla. Un empate podía valer para seguir en Primero, pero solo el triunfo les dejaba sin depender de nadie. Al final bastó el punto conquistado.
Fue un partido plácido, de poco fútbol, donde el Barça dominó y dispuso de más ocasiones, aunque pocas. Marcó Messi dos goles, el primero de cabeza y el segundo tras una gran generosidad de Neymar en una contra. Para entonces, el conjunto norteño solo había tenido una ocasión. Fue al borde del descanso, cuando Cavaleiro remató forzado fuera. No se había acercado hasta ese momento el Depor a la portería defendida esta vez por Jordi Masip, en su primer encuentro de Liga de la temporada.
También debutó con la camiseta blaugrana Vermaelen, como titular, después de dejar atrás sus lesiones. Y jugó Douglas, quien salió como un tiro al partido, pero se fue apagando.
EL RELEVO NATURAL. El momento más mágico del encuentro, se vivió cuando el gran protagonista, Xavi Hernández, fue sustituido por Andrés Iniesta. Un relevo natural que el año que viene se traducirá en que el ‘8’ hará más de ‘6’, en la primera temporada en la que el manchego no hará de escudero del capitán, pues el de Tarrasa estará en Qatar jugando para el Al Sadd, y emprendiendo una nueva etapa en su carrera.
Ovacionado en todo momento, en cada una de las pelotas que tocó desde el inicio del partido, y coreado por un Camp Nou lleno hasta los topes, la grada blaugrana se vino abajo cuando Luis Enrique decidió cambiarle en el minuto 86. Un largo aplauso y gritos de «¡Xavi, Xavi!» sirvieron para decir «hasta pronto» al centrocampista, quien se despide por ahora, pero asegurando que su objetivo es volver como técnico o como director deportivo. ‘#6ràcies Xavi’.