Doña Letizia reivindica el papel de la mujer para mejorar la nutrición

Agencias
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La Reina insiste en la necesidad de formar a las féminas, porque supone un beneficio para la comunidad, y llama a aumentar las inversiones para acabar con la infraalimentación mundial

EL PAPA Y LA REINA LETIZIA EN LA CONFERENCIA SOBRE NUTRICIÓN EN ROMA - Foto: OSSERVATORE ROMANO

 
En un esperado discurso que suponía su debut como oradora ante la comunidad internacional, la Reina Letizia reivindicó ayer el papel «fundamental» de la mujer en la nutrición, al tiempo que subrayó que el desafío de mejorar los sistemas alimentarios no es solo «político», sino que «requiere el concierto de todos los actores implicados».
La Soberana española participó en la Segunda Conferencia Internacional de Nutrición, celebrada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), donde esgrimió que «en esta necesaria acción colectiva, el reforzamiento decidido del papel de la mujer tiene un valor especial».
En este sentido, hizo hincapié en que las féminas son «las responsables de la alimentación familiar en muchos lugares del mundo» y, por ello, incidió en que es vital «dotarlas de los conocimientos necesarios» para contribuir a la mejora de la nutrición. «Una mujer con acceso a la educación supone un beneficio para toda la comunidad», recalcó la Monarca.
Asimismo, Doña Letizia llamó a aumentar las inversiones para conseguir ese objetivo en todo el mundo. «El desafío no es para menos: la malnutrición es la principal causa de enfermedad en el mundo», destacó.
Además, reclamó una investigación científica -y una financiación de la misma- independiente y rigurosa y reclamó «promover la convergencia entre los intereses comerciales» de las grandes multinacionales de la industria alimentaria y la responsabilidad política a la hora de fomentar la salud.
Por otro lado, y en la misma cumbre de la FAO, con sede en Roma, el Papa Francisco reiteró su llamada a la Justicia social y su condena al capitalismo desmedido.
«La lucha contra el hambre y la desnutrición está obstaculizada por la prioridad del mercado y la primacía del beneficio», denunció el Pontífice.
«La persona y los pueblos exigen que se ponga en práctica la Justicia, no solo la legal, sino la contributiva, la distributiva», agregó el Santo Padre, para quien la comida no debería ser como «cualquier otro bien ni estar sujeta a especulación». 
Según un informe de las Naciones Unidas, 805 millones de personas no cuentan con alimentos suficientes. La cifra se redujo desde comienzos de los 90, cuando los afectados sumaban 1.000 millones a nivel mundial. Entre 1990 y 1992 la cantidad de personas que sufrían malnutrición crónica decreció en 209 millones. Por entonces, el 23,4 por ciento de la población de países en desarrollo no tenía suficiente que comer. En la actualidad la cifra es de un 13,5 por ciento, y el objetivo es reducirla al 12,8 por ciento en 2015. 
Francisco, citando a Juan Pablo II, lamentó la «paradoja de la abundancia», en la que «hay comida para todos, pero no todos pueden comer».