En la ciudad había «un clamor popular» por mejorar el estado de deterioro que presenta la ronda y sobre la mesa del concejal de Urbanismo había «una gran cantidad de reclamaciones y quejas» de vecinos instando a actuar en esta vía, titularidad del Ministerio de Fomento. Las esperadas obras de renovación del asfaltado de esta vía, que tenían que haber empezado esta semana, tendrán que esperar unos días más debido a las condiciones meteorológicas, ya que su puesta en marcha requerirá de un despliegue importante.
Los trabajos se desarrollarán de diez de la noche a siete de la mañana, se realizarán por tramos e implicarán la actuación de unos 40 trabajadores y el uso de alrededor de una quincena de camiones. Así lo dio a conocer a La Tribuna el jefe de obra, José Muñoz, quien detalló que la previsión es actuar primero en el tramo que abarca desde la rotonda de La Mata hasta la Puerta de Toledo. Lo harán inicialmente en dos carriles y dejarán abiertos los otros dos, para dar paso después a la actuación en estos últimos e ir «cerrando tramos» hasta completar el anillo exterior de la ronda al mismo tiempo que se intenta «dar fluidez al tráfico». Desde la empresa concesionaria, Asfaltados Vicálvaro, están «en constantes conversaciones con la Policía Local y Movilidad» para trazar los planes alternativos de circulación, ya que habrá cortes puntuales cuando se llegue a las rotondas.
«En las condiciones idóneas, los trabajos durarán diez días» y arrancarán la semana del próximo 16 de mayo. Esta fecha ya supone un retraso de dos semanas en relación con las previsiones iniciales, puesto que el edil de Urbanismo, Alberto Lillo, indicó, en días pasados, que el compromiso inicial de la empresa era que en esta primera semana de mayo y en la segunda se llevarían a cabo los trabajos de fresado y de asfaltado completo de la ronda. El objetivo era acabar el 15 de mayo, cuando la ciudad acoge la celebración de Alarcos y de San Isidro.
Sin embargo, estas obras todavía no han arrancando y el motivo que se apunta desde la empresa es la meteorología, en concreto, a las previsiones de lluvia. «Tenemos que estar muy seguros para poner todo el tren de maquinaria en marcha y no quedarnos a medias», indicó el jefe de obra.
Durante los días que duren los trabajos se tratará de que las molestias sean las mínimas, pero Muñoz reconoció posibles ruidos, como el pitido de las máquinas cuando den marcha atrás. No obstante, subrayó que la finalidad es que la ciudad luzca un asfaltado renovado, tras eliminar el deteriorado y poner fin a todos los baches. «Sería imposible hacer la obra por el día», dijo Muñoz en referencia al volumen de tráfico que soporta esta arteria que rodea la capital. Los trabajos, que corren a cargo del Ministerio de Fomento, forman parte del proyecto de renovación del firme de la N-401, de manera que implicará también la mejora de un tramo de la carretera de Toledo, concretamente hasta la rotonda de Anterrocín. También ha implicado la sustitución del sistema hidráulico a través del cambio de imbornales. El coste total del conjunto de actuaciones y otras contempladas por Fomento en otros puntos de la provincia asciende a algo más de tres millones de euros.