El impacto de la crisis económica en el mercado laboral de la provincia es indudable. Ciudad Real suma cuatro años y medio superando una tasa de paro del 25 por ciento, y en más de tres de esos años ha superado incluso el 30 por ciento de desempleo, según la Encuesta de Población Activa. En ese tiempo, los años completos transcurridos entre 2007 y 2015 (ambos inclusive), el paro ha crecido un 126 por ciento en la provincia de Ciudad Real. Pero hay más. El puñetazo de la crisis económica al mercado de trabajo también tiene consecuencias sociales, porque supuso que cada vez más gente tuviera que depender de las ayudas estatales por desempleo para salir adelante. Al incrementarse el paro, la cobertura estatal subió en los primeros años de la crisis, pero el calado de la coyuntura económica agotó el saco de las prestaciones para muchos desempleados, y a pesar de que el paro se mantenía la tasa de cobertura iba adelgazando, hasta el punto de que en la actualidad sólo cuatro de cada diez parados perciben algún tipo de ingreso del Estado, según los datos del Ministerio de Empleo. En seis años, la cobertura por desempleo ha descendido en más de 20 puntos.
Un vistazo a la estadística de prestaciones por desempleo que publica el Ministerio de Empleo sirve para trazar el arco de la crisis. El último dato publicado corresponde al mes de febrero de este año, ya que las prestaciones se actualizan con un mes de retraso sobre las estadísticas del paro. En febrero había en la provincia 62.085 personas en situación de desempleo, y sólo 26.134 cobraban algún tipo de prestación, aunque no todos el subsidio por desempleo. La tasa de cobertura es del 42,09 por ciento, la más baja para un mes de febrero desde el inicio de la crisis.
El punto de partida es febrero de 2008, el primer dato hasta el que se remontan las prestaciones. Entonces había en paro 29.561 personas, y 15.756 cobraban algún tipo de subsidio por esta razón. Es decir, al menos una de cada dos, un 53,29 por ciento. Después llegó la crisis y agitó las cifras haciéndolas crecer primero, desplomándolas después.
El desempleo creció y las cifras del paro se inflaron. En febrero de 2010 se alcanzó la tasa de cobertura más alta, un 68,23 por ciento, porque los parados contaban entonces con el paraguas de la prestación. El problema es que la crisis no ha durado dos años, el tope máximo de las ayudas estatales, y mientras la cifra de parados se mantenía caía la de prestaciones. En un año, siete puntos (61,67 por ciento en febrero de 2011); en seis años más de 20 puntos (42,09 este año).