25 años con los mayores

Ana Pobes
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La residencia Nuestra Señora de la Asunción celebra sus bodas de plata con diversos actos que comenzarán este lunes con una eucaristía y el reconocimiento de voluntarios, colaboradores y trabajadores

El ambiente de fiesta se deja  sentir ya en la residencia de mayores de Nuestra Señora de la Asunción de Miguelturra. Y no es para menos. Celebra sus 25 años de vida, y lo hace con un programa repleto de actividades que arrancarán de manera oficial este lunes con una eucaristía y el descubrimiento de un azulejo conmemorativo, pero también con un homenaje a los voluntarios, colaboradores y trabajadores, quienes han hecho posible que la residencia celebre sus bodas de plata. Pero el verdadero artífice del proyecto fue Esaú de María Díaz Ramírez, quien acompañado meses más tarde por Emilio Aguirre, convirtió en realidad una idea que empezó a fraguarse en los años 90, cuando llegó a Miguelturra como párroco. Hoy, ambos son residentes de aquel proyecto que juntos empezaron a realizar en 1993, cuando por entonces Miguelturra contaba con unos 6.300  vecinos y existía una creciente población de mayores.        

Con nostalgia Esaú recuerda en uno de los espacios de la segunda residencia aquellos «bonitos» inicios, que años más tarde, en 2004, conllevó la creación de una segunda residencia, también con el mismo nombre y ambas gestionadas por la parroquia del pueblo Nuestra Señora de la Asunción. «He sido párroco de muchos sitios, pero cuando llegué a Miguelturra vi la necesidad de ofrecer una residencia para atender a los mayores». Pero antes, comenta, formulé una consulta popular para saber la opinión del pueblo con dos preguntas: ¿Les parece bien la construcción de una residencia? ¿Estarían dispuestos a ayudar económicamente?». La primera, rememora, recibió casi un 90 por ciento de apoyos, pero algo menos, lamenta, la segunda. «Lo que tenía claro es que con el ingreso al mes de mil pesetas de las de entonces, el proyecto iba para adelante». Y lo logró. Aunque reconoce que nada hubiera sido igual sin Anunciación Valero. Ella fue quien  donó los terrenos en los que ahora se levanta la residencia. «Me acuerdo que entró en la sacristía a encargar una misa, y le pregunté si tenía algún terreno para la futura residencia. Y me contestó; uno cerca del cementerio, si le gusta es suyo». Y me gustó, comenta con satisfacción.

Junto a él, su compañero de fatigas Emilio Aguirre. Él reside en la residencia inicial. Cada cofundador en una residencia con el objetivo de «mantener el espíritu por el que se fundó el proyecto». Sus habilidades con la pintura le ha llevado un crear un gran mural para conmemorar los 25 años de la residencia, que vio la luz con 54 plazas a pesar de que «sobre el papel se había diseñado con 35». A lo largo del tiempo, «se han realizado tres ampliaciones», y hoy cuenta con 78 residentes. «Nunca ha habido habitaciones vacías. Siempre ha habido lista de espera». También el personal de entonces era escaso con «solo once trabajadores, y hoy hay 50», pero «había una plantilla de voluntarios que suplían las carencias».

Bajo los acordes musicales de la Vida es Bella y al cobijo de la sombra de los toldos del patio, Aguirre recalca el servicio como el principal pilar en el que se ha sustentado la residencia en todos estos años. Algo en lo que coincide también Esaú, quien añade además como claves del éxito la selección del personal y la libertad que se da a los residentes y a los familiares. Y es que, la idea inicial fue «crear un ámbito parecido a una familia no muy lejos del hogar». Y se logró.

José Manuel Llario es el actual párroco. Señala que estos 25 años se merecen una fiesta «entrañable» para «dar gracias a Dios» por este regalo, pero también para dar gracias a toda esa cantidad de gente que ha pasado por este lugar «sirviendo y ofreciendo su vida para que esto salga adelante». Personas que hoy seguimos recordando.

Para la ocasión, toda una infinidad de actividades que comenzarán este lunes y se prolongarán durante toda la semana. Actos en los que como no podía ser de otra manera también estará muy presente la música. En esta ocasión de la mano de la cantante de copla Laura García. El objetivo, celebrar los 25 años junto a los mayores.