La Junta autoriza 60 batidas de jabalíes para combatir los daños en los cultivos de la provincia

Ana Pobes
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Agricultura ha otorgado ocho rehalas (sólo perros) y 52 cacerías (perros y cazadores) con el fin de reducir los efectos desvastadores que los guarros están provocando en las fincas

La población de jabalíes aumenta y los daños en el campo también. Los agricultores, hartos de los destrozos que estos animales ocasionan en los cultivos, han pedido batidas para al menos reducir los efectos devastadores que estos animales están provocando en las fincas. Con ese objetivo, la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente ha autorizado un total de 60 acciones, de las que 52 han sido cacerías (perros y cazadores) autorizadas entre enero y febrero y el resto, ocho, rehalas (perros sin cazadores) realizadas entre julio y septiembre.

Las esperas también han ayudado a mitigar los daños de los jabalíes en las siembras. En este caso, la Junta de Comunidades ha concedido 304 esperas hasta el pasado mes de septiembre. Los datos, aportados por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, apuntan a que marzo ha sido el mes en el que más esperas se han otorgado, con 56, seguido de abril y mayo con 51 esperas, y junio con medio centenar.

La comarca de Campo de Montiel es una de las zonas afectadas de la provincia de Ciudad Real por la proliferación de este animal que hociquea en las parcelas sembradas tumbándolas para comérsela, haciéndo perder a los profesionales del campo parte de su recolección, ya que en la mayoría de las ocasiones no hay tiempo para volver a sembrar. Juan Miguel Requena ha vivido en primera persona lo que es ir al campo y ver que los jabalíes han destrozado parte de los cultivos, principalmente las cosechas de guisante y de trigo chamorro (más tardío). Requena, agricultor de Villanueva de la Fuente y miembro de la Ejecutiva provincial de Asaja, señala que los jabalíes se están reproduciendo de manera considerable al asegurar que «donde antes había diez ahora hay 30». «Ver jabalíes por estas tierras era antes anecdótico y ahora lo anecdótico es no verlos», comenta.

Señala que la autorización de batidas no ayuda a resolver una situación que va empeorando con el paso del tiempo, pues «el año pasado ya fue un problema, éste año lo es mayor y así lo seguirá siendo exponencialmente», argumenta este joven agricultor propietario de una finca de caza menor en la que la presencia de jabalíes y ciervos se ha convertido en los últimos años en algo habitual cuando antes era totalmente inusual.

Desesperados por las pérdidas que registran con la presencia del jabalí en sus terrenos, muchos son los agricultores que optan por solicitar las batidas, lo que, sin embargo, conlleva una serie de gastos que en muchas de las ocasiones suponen un desembolso de entre 1.500 y 3.000 euros de gastos entre permisos, seguros, veterinario, etc., por lo que muchas de las veces es «algo inviable». Por ello, desde Asaja apuestan por otra serie de actuaciones para disminuir en cierta medida la problemática con otra serie de medios de captura como, por ejemplo, «las esperas o las cajas trampa», ya que las batidas «son efectivas en zonas de monte muy extenso».

Sembrados arrasados en diferentes términos municipales de la provincia como Albaladejo, Carrizosa, Alhambra, Torre de Juan Abad y Villamanrique son testigo del paso de los jabalíes, aunque «no existe una zona concreta», ya que la presencia de este animal en el campo es «extensivo a toda la provincia donde acaban con bastantes hectáreas», subraya este agricultor de Villanueva de la Fuente, que indican que también se han registrado más accidentes de tráfico por el cruce de jabalíes o ciervos por las carreteras, ya que «raro es el día que no oyes a algún conocido que ha tenido algún percance en la carretera con estos animales».