La posible coalición electoral que podría llevar de la mano bajo un compendio importante de siglas a Podemos e Izquierda Unida en las elecciones que presumiblemente se celebrarán el próximo 26 de junio, después de que el Congreso resultante de las votaciones del 20 de diciembre no haya conseguido investir a ningún presidente, envió el foco informativo de la provincia sobre varios factores. Primero, las listas electorales, un inventario de nombres que los partidos confían en repetir y que pueden convertir la cita con las urnas en una segunda vuelta. Segundo, cómo encajan las direcciones provinciales de IU y Podemos esa posible unión. En IU se pronunció Miguel Ramírez, pero en Podemos no existe una dirección provincial al uso. ¿Cómo funciona la formación de Pablo Iglesias? ‘Desaparecidos’ del foco mediático los dos primeros cabezas de lista que presentó la formación a las dos citas con las urnas en las que participó, María Romero y Juan Pablo Wert, los propios integrantes de la formación política en Ciudad Real lo explican a La Tribuna. Es la cuadratura del círculo de Podemos.
Al contrario de lo que ocurre con muchos partidos políticos, Podemos se explica mejor de abajo a arriba. Para empezar, el partido cuenta con dos áreas diferenciadas de actuación que se rigen por dos líneas de actuación distintas: los consejos ciudadanos y los círculos. Los primeros componen la línea orgánica del partido, y los círculos tienen un enfoque más social y dirigen sus actuaciones a relaciones con la sociedad. Son, por ejemplo, los encargados de organizar asambleas de debate y ponencias en las que implican a asociaciones con las que comparten fines, como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca.
No hay consejos ciudadanos en todos los municipios ni hay círculos en todas las localidades de la provincia. Existen consejos ciudadanos en Ciudad Real, Puertollano, Valdepeñas, Tomelloso y Alcázar, y son esos círculos los que estructuran la línea orgánica de Podemos en la provincia. Cada uno tiene un secretario general con un grupo de trabajo conformado por al menos diez personas que coordinan la labor política de la formación. En el caso de Ciudad Real, el secretario general el Darío Rodríguez, según apuntan desde Podemos en la capital, pero no existe un coordinador provincial, sino que el salto en la línea orgánica se produce directamente al aparato regional, que tiene su secretario general en el diputado regional José Manuel Molina. Un peldaño más arriba está el consejo nacional, con Pablo Iglesias, secretarío general y 62 delegados, más los 17 secretarios autonómicos para conformar un aparato de 80 personas que son los que dirigen los designios políticos del Podemos.
los círculos. El foco vuelve a bajar a la provincia, pero ahora para explicar de abajo hacia arriba el funcionamiento de la parte social del partido. Los círculos tienen ámbito municipal, en el caso de los grandes municipios, o comarcal, pudiendo aglutinar de esta forma en torno a su actividad en las grandes localidades a integrantes de localidades más pequeñas. Funcionan sin portavoz aunque sí tienen lo que se llama un «grupo activo», que son los encargados de plantear y coordinar las actividades. En las grandes urbes del país, los círculos de Podemos pueden reducir su ámbito de actuación a barrios o pueden agruparse de manera sectorial.
Como ocurre en la esquina orgánica del partido, no hay un círculo provincial que agrupe a los círculos de la provincia, sino círculos sectoriales o círculos de ámbito regional. Eso sí, los círculos funcionan de manera independiente y programan sus actividades, y son los encargados de celebrar las asambleas ciudadanas.
Para entrar en Podemos se simplifica el trámite: en uno u otro caso, en el lado orgánico o social, hay que inscribirse en el partido. Para ocupar un cargo en los consejos ciudadanos basta con presentarse a las primarias que se van convocando, y ser elegido. En las asambleas el trámite es más sencillo: vale con participar.