El acusado del accidente mortal de Miguelturra puede pasar 4 años encarcelado

Pilar Muñoz
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El fiscal del caso y la acusación particular piden la máxima pena por homicidio imprudente al entender que no hubo ánimo de matar

El conductor del vehículo que presuntamente provocó el accidente mortal el 6 de octubre de 2013 en la carretera de Miguelturra puede pasar los próximos cuatro años de su vida encarcelado. «Es la máxima» pena por homicidio imprudente que se le puede imponer, explicó el abogado José Luis Vallejo que ejerce la acusación particular en nombre de la familia de la víctima. Además de la pena privativa de libertad solicita que se le prive del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un espacio de tiempo de seis años.

El fiscal también considera los hechos constitutivos de un homicidio imprudente (no había ánimo de matar) y pide la misma condena para el acusado  Jorge T. A., de 30 años y natural de Ciudad Real.

El accidente se produjo en torno a las 7.45 horas del domingo 6 de octubre de 2013 cuando el encausado, presuntamente, eludió un control de la Guardia Civil establecido bajo el puente del AVE y salió a alta velocidad y, al parecer, con las luces apagadas hacia el casco urbano de Miguelturra. Unos cientos de metros más adelante arrolló a otro vehículo que salía desde la urbanización Las Norias, situada a la derecha de la carretera y cuyo conductor se dirigía a su lugar de trabajo en Ciudad Real. A consecuencia del impacto, el segundo vehículo quedó prácticamente partido por la mitad y su único ocupante, Juan Antonio A. L., de 38 años y vecino de Miguelturra, falleció al poco de ingresar en Urgencias del Hospital General. Según informaron a este diario fuentes jurídicas, conducía bajo los efectos del alcohol. Arrojó una tasa de alcohol en sangre de 1,63 gramos.

Hace un año, el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil se desplazó hasta Ciudad Real para examinar y determinar los diferentes factores presentes en el accidente mortal con el fin de esclarecer los hechos. Se hicieron mediciones en la carretera donde se produjo el accidente, se recopilaron datos y se analizaron detalles y circunstancias para finalmente reproducir la velocidad del automóvil que provocó el siniestro utilizando para ello un coche patrulla de características similares. El informe, al que tuvo  acceso La Tribuna, concluye que circulaba a una velocidad de entre 125 y 140 km/h cuando el límite en esa vía es de 50 kilómetros por hora.

En el informe, de 34 páginas, también se expone la cuestión alusiva a si el coche llevaba o no las luces apagadas, señalando que todo indica que el vehículo que aparece en cámara con las luces apagadas es el que supuestamente causó el accidente.