Los veterinarios urgen la limpieza y arreglos en los toriles

D. F.
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José Ramón Caballero traslada a la empresa la necesidad de retirar piedras del suelo de los corrales o reparar puertas que tienden a atascarse antes de que comiencen los festejos

El presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Ciudad Real, José Ramón Caballero, calificó de «aceptables» las instalaciones destinadas a las reses en la plaza de toros de la capital, aunque instó a la empresa a resolver algunas cuestiones que, a su juicio, «pueden necesitar un día de trabajo», como limpiar el suelo de los corrales y toriles con el fin de «evitar que haya piedras en el piso; reparar puertas que se atascan, asegurarse que las puertas de chiqueros o de toriles funcionen bien», concretó, o rehacer algún muro de cuyo esquinazo han caído piedras, lo que urgió reparar para evitar que algún toro se hiera al chocar con ellos.

Caballero realizó un recorrido por la plaza, que incluyó la comprobación de las básculas, en compañía del presidente de la plaza, Francisco Delgado; y el delegado gubernativo, Juan Manuel Collado.

Al finalizar la inspección el presidente colegial reconoció que el resultado era conforme a los esperado y anunció que la plaza se volverá a reconocer unos días antes del inicio de los festejos taurinos.

El encargo recayó sobre el representante de la empresa, que a su vez deberá requerir del Consistorio, como propietario último de la instalación, la resolución de dichas incidencias.

En declaraciones a La Tribuna Caballero insistió en que el objetivo de esta visita es el bienestar de los animales y su seguridad, así como la de las personas que trabajan directamente con ellos.

El presidente del Colegio de Veterinarios reconoció que ésta es una inspección establecida por el reglamento taurino. «Las instalaciones son las que son y todos sabemos cómo están desde hace mucho tiempo, pero lo importante es que cumplen su función». En cualquier caso, valoró que después de un año entero sin hacer uso de estas instalaciones «entre una feria y la otra siempre hay pequeños detalles, pequeños fallos, a los que hay que estar atentos», para que los toros encuentren una instalación adecuada.

En este sentido, Caballero destacó que el coso de Ciudad Real tiene una amplia instalación de corrales que permite conducir a los animales de un lugar a otro con seguridad y observar su comportamiento tanto en su conjunto como de forma aislada cuando es necesario.