Con las botas puestas

Manuel Espadas
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El Caserío consuma su descenso pese a realizar el mejor partido de la temporada ante el potente PAN Moguer

Punto y final para el Seguros Soliss Caserío en Primera. El conjunto ciudadrealeño consumó ayer un descenso en cierto modo ya asimilado aunque no por ello dejó de ser doloroso, y más del modo que se produjo, firmando posiblemente el mejor partido de la temporada, aunque eso sí, frente a un rival con mucho caché, un PAN Moguer que tuvo que apelar a sus dos grandes lanzadores, Sergio Cruzado y el uruguayo Velazco, para no dejarse sorprender en el Príncipe Felipe (26-30). Pase lo que pase en las dos jornadas que restan por disputar, los de Jordi ocuparán una de las dos últimas plazas de este Grupo F, por lo que el próximo curso regresarán a categoría regional, salvo invitación federativa.

La pregunta que ayer quedó en el aire finalizado el encuentro es qué lugar en la clasificación ocuparían los amarillos si hubieran jugado así durante toda la campaña. Pese al explosivo inicio de los onubenses, liderados por un espectacular Velazco en el lateral izquierdo (4-8, min. 14), el Caserío supo rearmarse, cambió la defensa y, apoyado con un gran Álex Abad en el avanzado y un sólido Morales en la portería, consiguió que las fuerzas se equilibraran, alcanzando el descanso metido de lleno en el partido (10-12). Los amarillos ya habían aprendido a parar al uruguayo y en ataque movían el balón con paciencia, buscando en muchos momentos y con acierto los seis metros, donde Turkovic estuvo muy efectivo.

En el intermedio la esperanzadora noticia de buen juego de los ciudadrealeños se reforzaba con el resultado que llegaba desde Manzanares, donde los locales no habían sido capaces de vencer al Cátedra 70, lo que avivaba aún más la llama de la esperanza amarilla.

Quizás por ello el Caserío arrancó la segunda mitad con más confianza y motivación que la primera. Con la presencia del juvenil Gonzalo Almansa en el extremo derecho, los de Jordi se pusieron por delante en el marcador a los cinco minutos (15-14), con un trabajo defensivo que seguía siendo encomiable, sobre todo en la persona del avanzado Álex Abad, y un Alberto Ruiz muy activo en ataque, hasta el punto que el técnico moguereño llegó a ponerle un defensor encima; sin olvidar las intervenciones de Javi García entre los tres palos.

Los minutos pasaban y el segundo en la tabla no podía con el penúltimo. El Caserío estaba tuteando al Moguer sin ningún tipo de complejos. Sergio Cruzado tuvo que dar un paso al frente y, como casi siempre, echarse su equipo a la espalda. Gracias al zurdo el cuadro andaluz aguantó el arreón de los manchegos (21-20, min. 45), y cuando la situación en la pista invitaba a pensar en un final de encuentro abierto, el uruguayo Velazco, que había presenciado la segunda parte en el banquillo, volvía a ingresar en el 40x20 para aplastar las esperanzas locales con cuatro latigazos consecutivos (22-26, minuto 54), sentenciado la victoria colombina y, con ella, el descenso matemático de un Caserío que, ayer sí, cayó con las botas puestas.