Teresa gana la batalla al ébola

AGENCIAS
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La auxiliar da por cuarta vez consecutiva negativo en la prueba viral, lo que implica que ha superado la enfermedad y está curada

Teresa gana la batalla al ébola - Foto: SUSANA VERA

Después de dos semanas de hospitalización luchando contra el ébola en el Hospital Carlos III de Madrid, la primera contagiada por el virus fuera de África, la auxiliar de enfermería española Teresa Romero está curada.

El último análisis en sangre que se realizó ayer a la sanitaria volvió a dar negativo y se considera que la paciente está sana desde el punto de vista de haber superado la infección, según los criterios que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se trata del cuarto test satisfactorio, es decir sin carga viral, y consecutivo que se realiza a Teresa Romero, lo que implica que ha pasado la enfermedad. A pesar de ello, la paciente seguirá ingresada en el centro hospitalario para que la recuperación de los efectos que ha tenido la infección para su salud sea completa.

Así lo indicaron los facultativos de la Unidad de Medicina Tropical del Hospital La Paz-Carlos III de Madrid Marta Arsuaga, Marta Mora y Fernando de la Calle, junto al jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas-Medicina Tropical, José Ramón Arribas, para informar sobre el estado de salud de Teresa Romero.

Pese a que la infección está controlada, Arribas indicó que se debe tener todavía «precaución» sobre la salud de la sanitaria, ya que ahora «no está como se encontraba en su estado previo» al contagio y una infección grave como el ébola produce daños cuya recuperación «lleva su tiempo».

Al ser preguntados por qué secuelas puede tener la paciente, los médicos señalaron que, en estas situaciones, «manda la evolución clínica» y cómo se comporta con el paso de los días. Por eso, explicaron que van a seguir con la «vigilancia y el estudio», «para ir controlando y poniendo tratamiento si hiciera falta».

No obstante, el facultativo aclaró que un paciente de ébola se puede recuperar completamente y que la enfermedad no tiene por qué dejar secuelas. Además, añadió que la ingresada ya no requiere, en esta nueva fase, medidas de seguridad y protección, tal y como  marcan los criterios de la OMS (podría ser derivada a planta), aunque pudieran aplicarse atendiendo a «otras consideraciones médicas concretas».

Según adelantaba la portavoz de la familia, Teresa Romero, si la prueba era negativa, Teresa podría pasar a planta mañana, aunque los especialistas no han querido desvelar si permanecerá en la sexta planta, donde ha estado aislada ahora, o pasará a la quinta, donde hay otros pacientes en observación de la enfermedad.

Fortaleza física y mental.

Otra de las actitudes que destacó el jefe de la Unidad de Enfermedades Tropicales sobre la paciente es que ha demostrado una «enorme fortaleza física y mental» para superar la patología y que se le ha dado tratamiento de soporte y también sueros antivirales. En este sentido, el equipo facultativo no puede afirmar si los nuevos medicamentos «añaden eficacia» en el virus, pero recalcó que aportarán su experiencia al resto de equipos médicos del mundo que están tratando casos de ébola.

Por su parte, Mora detalló que pese al alto índice de mortalidad de la enfermedad, sobre todo en pacientes en África, la enferma ha logrado curarse y ello es un motivo de satisfacción para todos.

Mientras tanto, Arribas y Mora aseguraron que los equipos de protección que usan los facultativos para evitar riesgos de contagio están «por encima de las recomendaciones» que indican la Organización Mundial de la Salud.

En este sentido, la profesional señaló que el traje que se ponían para entrar a la habitación de Teresa Romero no es confortable y genera algunas dificultades en la atención del paciente, así como ciertas complicaciones en su retirada, «pero en ningún momento este dispositivo ofrece sensación de falta de seguridad».

  Los facultativos manifestaron que no pueden aportar información sobre las circunstancias del contagio de Teresa (en referencia a si se pudo tocar la cara con un guante) ni sobre si se le han aportado suero de la religiosa Paciencia.

Mientras, Arsuaga añadió que tanto para la paciente como para los médicos han sido «días duros» y que el objetivo ahora del equipo clínico es que la auxiliar de enfermería vuelva a su estado de salud normal. Al respecto, Mora aseguró que están «contentísimos» por la evolución de Romero.