Juan Carlos Rivero volvió a sentirse futbolista este sábado. El centrocampista del Almagro disputaba los minutos finales del duelo ante el CD Manchego correspondiente al partido de vuelta de la primera eliminatoria del Trofeo Diputación, poniendo así fin a seis meses en el dique seco. Medio año de largo y oscuro túnel donde ha conocido la imagen más dura del deporte.
Un esguince de rodilla primero y la rotura del tendón de Aquiles cuando ultimaba su recuperación de la primera lesión dejaron fuera de los terrenos de juego durante la segunda parte de la temporada al bravo futbolista de Corral de Calatrava, ya plenamente recuperado.
«Llevo diez años jugando en Tercera y es verdad que cuando me llamó el entrenador para entrar al campo sentí nervios. Han sido muchos meses de trabajo y quiero dar las gracias a todos los que me han ayudado. Han sido días duros, trabajando de forma callada y ahora poder jugar unos minutos me ha sabido a gloria», confesó.