La evaluación por compensación permite titularse a 682 alumnos en los últimos tres años

I. Ballestero
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Más en magisterio, ninguna en medicina. Esta fórmula, que permite aprobar una asignatura gracias al peso de la trayectoria académica, ha sido más solicitada por los alumnos de Magisterio, y no se ha registrado ninguna en Medicina

Cerca de 300 de los más de 5.000 titulados de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) en el último curso recurrieron a la evaluación por compensación (también llamada compensación curricular) para finalizar sus estudios en la institución académica. En concreto, y según datos de la propia Universidad, el pasado curso lectivo se aprobaron a través de este sistema, que tiene en cuenta la trayectoria académica del alumno, 289 asignaturas, en el primer año en el que los estudiantes de grado podían acogerse a este sistema. En los últimos tres años, la evaluación por compensación ha ayudado a obtener el título universitario a 682 alumnos de la Universidad de Castilla-La Mancha.

El pasado curso fue, precisamente, el primero en el que los estudiantes de grado pudieron acogerse a este sistema, tal y como explicó la vicerrectora de Estudiantes de la UCLM, Beatriz Cabañas, que aseguró que aunque el número de asignaturas que se compensan «es elevado», el porcentaje de aprobados que se conceden «ha descendido en los últimos años», en los que la Universidad cuenta con cifras para conocer el impacto de la medida.

Así, en el curso 2011-2012, el primero en el que se tienen registros, se dio el visto bueno al 95,1 por ciento de las compensaciones solicitadas, ya que fueron 247 los alumnos que solicitaron esta medida a sus respectivos centros y 235 las que se aprobaron. El año siguiente, el curso 2012-2013, el porcentaje descendió levemente hasta el 94 por ciento, habiéndose registrado 168 solicitudes y 158 concesiones. El pasado año, el descenso fue mucho más significativo, ya que se registraron 377 solicitudes y se concedieron 289 compensaciones, apenas el 76 por ciento de las que se pidieron por parte de los alumnos.

«La tendencia anual está por encima de las 200 asignaturas aprobadas, lo cual no supone un porcentaje muy amplio en relación con los titulados de la Universidad», puntualizó Cabañas. En los tres cursos en los que se aprobaron 682 asignaturas a través de la evaluación por compensación se titularon en la UCLM, ya fuera en estudios de grado o en licenciaturas y diplomaturas, 12.733 alumnos (5.327 el curso pasado, 3.873 el anterior y 3.533 el curso 2011-2012). En los tres últimos años, el único curso en el que se rompió la tendencia por encima de las 200 compensaciones fuer el 2012-2013, «un año en el que esta fórmula todavía no estaba disponible para los estudiantes de grado y ya iban acabando las promociones de las licenciaturas», aseguró Cabañas.

De hecho, el curso en marcha es el último en el que la UCLM contempla la promoción de licenciados y diplomados, y su convivencia con aquellos alumnos que cursan estudios de grado. El próximo curso, 2015-2016, «será el primero en el que sólo tengamos titulados con estudios de grado», aventuró la vicerrectora de Alumnos de la UCLM, que puntualizó que aunque no existen tendencias en la petición de compensaciones desde las diferentes titulaciones, «sí que tenemos registrado que no se ha dado ninguna en Medicina en estos tres años y predominan las de Magisterio, que es también la rama en la que más alumnos tenemos».

Cómo funciona. La evaluación por compensación para estudios de grado mantiene el espíritu de la que se contempla para las licenciaturas y diplomaturas. «Se trata de que una asignatura no empañe una buena trayectoria académica, y un alumno que ha mantenido un buen nivel se pueda titular», resumió Beatriz Cabañas. Mantiene el espíritu pero cambia la fórmula de concesión.

En las licenciaturas y diplomaturas, para determinar si se concede la evaluación por compensación se constituye en cada centro una comisión que es la que solicita al profesor un informe sobre el alumno, y la que finalmente determina si se concede la solicitud del alumno. En cambio, como detalló Cabañas, en los estudios de grado «existe una fórmula por la cual el alumno sabe si se le va a conceder de antemano, porque no depende de una comisión sino de que el peso de toda su trayectoria académica sea igual o superior a un cinco», por lo que se elimina «el componente subjetivo y gana objetividad».

Cabañas explicó que de esta forma «un alumno sabe si se le va a conceder o no», pero para ello debe haberse examinado «en cuatro convocatorias de esa asignatura en el caso de las licenciaturas, o en dos convocatorias en dos años distintos en el caso de los grados». Eso sí, un alumno puede pedir una única vez esta medida y para una única asignatura. «Si no se le concede, sabe que no la puede volver a pedir más».