La DGT arranca 2019 con más limitaciones de velocidad

SPC
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Tráfico aprobará este año una reforma para la conducción en carreteras convencionales de 100 a 90 kilómetros por hora, modificará el carné por puntos y exigirá la obligatoriedad de ir a clases e instalará más radares

La DGT arranca 2019 con más limitaciones de velocidad

La entrada en vigor de la bajada del límite de velocidad a 90 kilómetros por hora en vías convencionales, la reforma y actualización del carné por puntos y la obligatoriedad de asistir a clases teóricas presenciales para sacarse el permiso de conducir son algunos de los cambios que llegarán en 2019 en materia de Seguridad Vial. 

Una de las medidas estrella del actual Ejecutivo es hacer desaparecer la actual diferenciación de limitaciones genéricas entre 90 y 100 kilómetros por hora existente para los turismos y las motocicletas en vías convencionales de un solo carril, estableciendo un tope general de 90 kilómetros hora. 

La apuesta más ambiciosa y que aún no se ha aprobado del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska es incluir el límite de 30 kilómetros por hora para las vías urbanas de un solo carril. Una medida que, aunque presente en algunas ciudades, no está regulada a nivel estatal. 

La DGT también espera reformar el carné por puntos, un sistema que fue implantado en 2006. La actualización de Tráfico pasa por aumentar la pérdida de puntos por realizar aquellos comportamientos que considera «peligrosos» en la conducción: uso del móvil; falta de uso o uso incorrecto de sistemas de seguridad (cinturón, casco o sillita infantil); y exceso de velocidad. 

La reforma también recoge cambios en el sistema de formación vial y de exámenes, tanto teóricos como prácticos. La medida más importante es la obligatoriedad de pasar un curso de formación teórica presencial para examinarse del teórico, una norma que pretende ser una realidad el 1 de julio de 2019. 

Además, también se modificarán en 2019 varios puntos referentes a la Seguridad Vial del Código Penal, al encontrarse en la actualidad en trámite. Por el momento, la reforma, que ya se ha aprobado en el Pleno del Congreso, contempla el endurecimiento de las penas (de cuatro a nueve años de cárcel) por imprudencias al volante al incluir como agravantes el exceso de velocidad y el consumo de drogas o alcohol; la penalización de nuevo de las lesiones causadas por estas conductas; y la creación de un delito por abandono del lugar del accidente.