«Mi primer objetivo es que el nivel físico esté a la altura"

Manuel Espadas
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Jesús Rivilla García (3-5-1978, Puertollano) afronta su tercera aventura al frente de la preparación física de la selección española tras el quinto puesto del Mundial 2017 y el histórico oro logrado en el Europeo 2018

Jesús Rivilla (derecha) dialoga con Jordi Ribera, seleccionador nacional masculino - Foto: RFEBM

Rusia y Alemania alzarán hoy el telón del Campeonato del Mundo de balonmano masculino 2019, que se celebrará hasta el domingo 27 de forma compartida en el país germano y en Dinamarca. Una cita a la que España acude como vigente campeona de Europa y con la vitola de firme candidata a la lucha por las medallas. Los ‘Hispanos’, que debutan mañana contra Baréin (20.30 horas, TLD), vuelven a estar en las expertas manos del puertollanero Jesús Rivilla, máximo responsable de la preparación física de un equipo en el que sigue habiendo muchos lazos con el balonmano ciudadrealeño, como la presencia de los hermanos Álex y Dani Dujshebaev, además de los veteranos Morros, Aginagalde y Cañellas.  

 

Tras estas semanas de concentración, ¿en qué estado físico cree que llega la selección a la cita mundialista?

Físicamente hemos acumulado un volumen importante de trabajo entre final de año e inicio de 2019. La asimilación de ese trabajo ha sido muy buena y los datos de mejora física así lo verifican: estamos más fuertes, veloces y resistentes que hace dos semanas. Nos favorece mucho el hecho de que los clubes y jugadores cuidan cada vez más el aspecto físico. Personalmente, creo que este equipo posee una vocación de trabajo y profesionalidad extraordinaria, por eso podemos hacer una puesta a punto con mucha carga de entrenamiento. 

Esta fase de preparación, ¿ha sido similar a la del pasado Europeo o se han incluido algunos elementos o procesos de trabajo novedosos?

Ambas cosas conviven. Existe una base de trabajo, tareas y estrategias que se mantienen año a año y otra donde evolucionamos e incluimos novedades. Algunos ejemplos de esta evolución es que los jugadores conocen perfectamente los detalles de su programa individualizado de entrenamiento y realizan ejercicios cada vez más complejos sin perder eficacia. Por otro lado, seguimos añadiendo dispositivos tecnológicos para controlar la evolución día a día, lo cual nos permite  -tanto a ellos como a mí- saber al instante cuánto estamos mejorando. 

¿Qué facetas destacaría de la selección, en cuanto a su potencial físico? En los amistosos de Palencia se han visto defensas abiertas, dinámicas, mucho contraataque...

Somos un equipo muy rápido y la propuesta de juego de Jordi Ribera -en mi opinión, muy acertada- es valiente y a la vez exigente. Por eso mi primer objetivo es que el nivel físico esté a la altura de este gran talento y que además tengamos gasolina de sobra para soportar la gran exigencia que supone este tipo de balonmano durante un campeonato largo. Tenemos potencial no sólo para eso sino para lograr que nuestra velocidad y explosividad sean una fortaleza estable. El campeonato determinará si somos capaces de hacerlo. 

 

(La entrevista completa, en la edición impresa)