La Concejalía de Hacienda incorporó el año pasado un millón de euros al padrón del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) al sumar 3.522 nuevos recibos en concepto de la contribución, como consecuencia de las nuevas altas de viviendas, pero también de la labor de inspección que desarrolla el Catastro en virtud de un convenio de colaboración que mantiene el Ayuntamiento desde el año 2001 y que se renovó el pasado 2013.

De esta forma, el Consistorio de la capital registró en el año 2013 un total de 3.522 nuevos recibos de la contribución que se incorporaron al cobro en el pasado ejercicio 2014. De ellos, 1.139 eran recibos de bienes inmuebles rústicos, que suponían un montante de 164.000 euros, y otros 2.383 recibos eran de bienes urbanos que sumaban un importe de 857.000 euros, lo que implica un montante global de 1.021.000 euros.

En este sentido, el concejal de Hacienda, Miguel Ángel Poveda, destacó la línea de colaboración que mantiene el Ayuntamiento de Ciudad Real con la Gerencia del Catastro y que permite que la capital cuente «con un catastro cada vez más depurado y más actualizado».

El edil matizó que esas nuevas altas no son sólo fruto de la labor inspectora, sino también de las propias notificaciones de los vecinos que «cumplen con su labor como contribuyentes» y comunican las nuevas incorporaciones al padrón de bienes inmuebles.

Para aquellos casos en los que no sucede así, se lleva a cabo una labor inspectora para la que el Catastro utiliza el satélite, de manera que, mediante estudios cartográficos, han detectado casos de inmuebles que pagaban como rústicos, cuando en realidad son urbanos, y viceversa. Del mismo modo, Poveda comentó que se gira visita a las zonas que se detectan con el fin de verificar los datos con los que cuentan y actuar en el caso de que no se corresponda con lo que vienen abonando.

En este sentido, el edil de Hacienda explicó esos más de 3.500 recibos no sólo hacen referencia a las nuevas incorporaciones de vivienda, sino también a los que se han detectado con irregularidades, de manera que 'se hecha la vista atrás' para poner al cobro no sólo el recibo correspondiente de dicho año, sino también a ejercicios anteriores que no hayan prescrito y en los que se hayan cometido irregularidades.

El trabajo del Ayuntamiento y del Catastro es constante en la depuración y actualización de los datos y, por esta razón, la Concejalía de Hacienda ya ha contabilizado 1.533 nuevos recibos de 2014 que se incorporarán al padrón en este ejercicio 2015. A ellos hay que sumar los cambios de titularidad que se producen y que en el pasado ejercicio económico se cifraron 1.957.

El padrón municipal del IBI, el impuesto más importante del Ayuntamiento por el volumen de ingresos que reporta, asciende a 22,1 millones de euros, de los que 21,4 millones se corresponden con la contribución de viviendas y 717.000 euros de fincas rústicas. En total, los recibos por este concepto ascienden a 72.880.

El periodo de pago de este tributo municipal permanece abierto desde el 28 de mayo al 31 de agosto, si bien el Ayuntamiento ofrece desde hace tres años la posibilidad de fraccionar el pago de este tributo, de manera que el primer desembolso del 50% del importe se realizará el 31 de mayo y el segundo, de la mitad restante, el 5 de octubre. Para acogerse a esta alternativa es necesario que el contribuyente tenga su recibo domiciliado. En concreto, el 54,94% de los recibos están domiciliados, pero el año pasado sólo se solicitó el fraccionamiento del desembolso de unos 2.800 recibos de la contribución.