Admite ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que aprovechó la ocasión de quedarse a dormir en casa de un matrimonio amigo para abusar de su hija de 10 años. Ocurrió sobre las dos de la madrugada del 16 de agosto de 2015, en plenas fiestas patronales de Ciudad Real, y hoy tenía una cita con la justicia para responder de un delito de abuso sexual tipificado en el artículo 183.1 del Código Penal, por el que se enfrentaba a una condena de cuatro años de cárcel y el pago de 6.000 euros en concepto de responsabilidad civil.

Al final el acusado, un colombiano de iniciales J. F. G. L., ha salido bien parado merced al acuerdo alcanzando entre las acusaciones y su abogado José Ángel Rodríguez Herrera.

De este modo, el juicio ha quedado reducido a la mínima expresión al llegar las partes (acusaciones y defensa) un acuerdo de conformidad tras admitir el encausado el delito: abusó sexualmente de la hija menor de sus amigos cuando dormía en su habitación. El reconocimiento expreso de los hechos le valió una reducción de pena, de cuatro a dos años de cárcel. También se le prohibe acercarse o comunicarse con la víctima a través de cualquier medio o procedimiento por espacio de diez años.

La responsabilidad civil se mantiene en 6.000 euros. Además la fiscal del caso, Rocío Bernal, pidió que se le impusiera una pena de inhabilitación especial para ejercer cualquier cargo o profesión que suponga un contacto frecuente o regular con menores de edad por un periodo de cinco años.

La fiscal también pedía inicialmente que tras cumplir dos años de prisión, cuando el acusado accediera al tercero grado o le fuera concedida la libertad condicional, se le expulsara de España.
En este sentido, tras el acuerdo de conformidad alcanzado, al ser de nacionalidad colombiana, tendrá que acreditar si tiene o no arraigo familiar para ver si procede o no la expulsión del territorio nacional. No obstante, la fiscal señaló que esta cuestión se dilucidará y se resolverá en ejecución de sentencia.

La abogada Concepción Marín ha ejercido la acusación particular en nombre de la madre de la niña a través del programa Revelas de asistencia jurídica y psicológica a las víctimas de abusos sexuales menores de edad.

El abogado José Ángel Rodríguez Herrera, que se hizo cargo de la defensa, consiguió un buen acuerdo para su defendido.