Las lluvias registradas en los primeros meses del año han traído buenas noticias no solo para el campo sino también para Chillón, que este año garantiza el abastecimiento de agua potable a sus vecinos gracias a las precipitaciones caídas en los meses de invierno y primavera. El alcalde de la localidad, Jerónimo Mansilla, muestra su alegría por tener la bomba de sondeo y el manantial «en buenas condiciones y con bastante agua», lo que ha permitido el abastecimiento durante todo el año. Y es que, en años anteriores y por estas mismas fechas, el municipio ya había solicitado agua en varias ocasiones al Ayuntamiento de Almadén, quien le proporcionaba el agua de su presa Quejigo Gordo, actualmente a rebosar de agua, tras previo pago. Así por ejemplo, hace dos años Chillón abonó al Consistorio almadenense unos 10.000 metros cúbicos (70 céntimos el metro cúbico). Situación que a día de hoy aún no se ha producido.
«Buenas noticias», comenta Mansilla, que hay que recibir con cautela, pues el próximo mes de agosto llega un momento clave para el municipio; las fiestas patronales en honor a San Roque. Fechas en las que la población llega a multiplicarse pasando de los casi 2.000 habitantes actuales a los 4.000. Circunstancia que en más de una ocasión ha obligado al Ayuntamiento ha pedir ayuda a la Diputación de Ciudad Real, quien contrató los servicios de camiones cisterna (no cuentan con una flota propia) para transportar agua al depósito municipal de Chillón, pero de momento esta ayuda tampoco ha sido necesaria. Así lo confirma a La Tribuna Manuel Martínez López-Alcorocho, vicepresidente segundo de la Institución provincial y responsable del área, quien asegura que «hasta el momento no ha habido ningún pueblo al que se le haya tenido que proporcionar agua con camiones cisterna», y la previsión «es que la situación se mantenga así al menos hasta después del verano», pues «la presa de Almadén tiene incluso más agua que el año pasado», por lo que «se espera que no haya ningún problema» como así ocurrió años anteriores en los que «la falta de lluvias provocó también escasez en las presa almadenense».
De momento, Chillón «tiene cubiertas todas sus necesidades», comenta el alcalde de Almadén, Siro Ramiro, al tiempo que declara que en el caso de que no fuera así «se le daría todo el agua que necesitara» como se ha hecho en años anteriores, pues hace dos años, recuerda, «en enero ya se le estaba proporcionando agua». Así por ejemplo, en agosto del año pasado la localidad mejoró su abastecimiento gracias a los aportes diarios de 200 metros cúbicos de su pueblo vecino, Almadén. La presa Quejigo Gordo «está a rebosar de agua», gracias, continúa diciendo, a las lluvias, pues «había perdido aproximadamente un 35% y se ha recuperado totalmente».
Ambos consistorios están pendientes de que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, presidida por Emiliano García-Page, renueve al menos cuatro de los 17 kilómetros que tiene la tubería de la presa. Ésta sería una de las soluciones para resolver el problema, pues además, recuerdan, «la tubería se rompe con facilidad». Su renovación total supondría una inversión de siete millones de euros.