Examinan el terreno, observan los movimientos de los vecinos, viandantes, comercios, bares y otros locales de la zona. Una vez fijado el objetivo, pasan a la acción y en cuestión de minutos desvalijan   una vivienda. Se lleven el dinero y  el oro, y desechan la plata.

El último robo de estas características se perpetró el pasado jueves a plena luz del día, en el centro de la capital. De momento no hay detenidos y, según las primeras pesquisas, todo apunta a que se trata de bandas organizadas de la periferia de Madrid que se desplazan a Ciudad Real y tras dar 'el palo', regresan con el botín.

usaron guantes. Un vecino del inmueble que se levanta entre el pasaje Gutiérrez Ortega y la avenida del Rey Santo, donde se perpetró el robo el pasado jueves, consiguiendo los ladrones un botín de más de 2.000 euros y joyas, piezas de oro, ha declarado haber visto en el rellano a un extranjero, «un rumano o suramericano» que le infundió desconfianza y que, probablemente, fuera uno de los saqueadores. Otro suele quedarse en la puerta del edificio para avisar si llega alguien, mientras el que se sitúa en la escalera o rellano vigila para que un tercero tenga vía libre.

Los ladrones usaron guantes y entraron en la casa «limpiamente». Con un simple trozo de una radiografía o de un plástico de una botella, introduciéndolo entre el marco y la puerta, a la altura de la cerradura, se consigue que ceda el resbalón, dejando franco el acceso. Una vez dentro, en cuestión de minutos, se hizo con el dinero en metálico que guardaban los dueños y las piezas más valiosas y de fácil conversión en efectivos: las joyas. No se distraen del objetivo, desdeñando la plata y por supuesto, la bisutería.

Inspección ocular. La Policía Científica realizó una minuciosa inspección ocular dentro de la vivienda, en el rellano, portal y exteriores buscando pistas que les lleve hasta los autores. Desde la Comisaría han asegurado a este diario que están trabajando para identificar, localizar y detener a los ladrones. También insisten en la importancia de comunicar a la Policía si ven gente extraña merodeando y cerrar siempre con llave.