Fatídico descuento. No es fácil para el Club Deportivo Ciudad Real digerir el empate en el último suspiro del Albacete B cuando acariciaba los tres puntos con los dedos (1-1). La consecuencia es que el Deportivo posterga una situación que debe atenderse con toda la atención:la de dar un salto en la clasificación para mirar sin preocupaciones al descenso y los arrastres, y de paso dejar atrás a un rival que también comparte este objetivo. Pero otro cometido que sigue dilatando el equipo de Alberto Parras es el de cerrar los partidos cuando lo tiene todo a su favor.

Saltó con más decisión el Albacete B. El equipo de Fran Noguerol estaba preparado para hacer daño en rápidas circulaciones que conectaban con sus extremos, pero la ocasión más clara la tuvo a balón parado; una doble oportunidad que desbarataba Sergio con dos acciones de enorme mérito al sacar dos remates seguidos a Eric e Iván.

El CD Ciudad Real no se amedrentó. Lo intentaba por el costado izquierdo con Pascu y Jang, y en una jugada desde esta banda le llegaba el balón al área en la prolongación a Jesute, que se entretuvo demasiado cuando estaba en una buena posición para intentar armar el disparo. No sería digna de mención esta jugada de no ser por que sirvió para marcar un punto de inflexión en el cuadro capitalino, que se hizo con el control del juego a pesar de que el Albacete B seguía mostrando mucho peligro a la contra gracias a su velocidad.

Había comenzado con ritmo e intensidad un partido donde el Deportivo se jugaba más de lo que a priori podría pensarse, pero el ímpetu propio de los inicios dio paso a un equilibrio de fuerzas en el que un disparo de Héctor superada la media hora de juego se antojaba insuficiente para abrir el marcador. Pero más cerca estuvo Jang con un disparo que despejaba Héctor Pizana a córner no sin apuros. Lo volvieron a intentar Héctor, con un tiro desde la esquina del área, y Noel, con un remate de cabeza, que protagonizaron las últimas ocasiones deportivistas en la primera parte.

Mantuvo el nivel ofensivo el Deportivo Ciudad Real en el segundo acto, pero el guión seguía siendo el mismo con un Albacete B peligrosísimo a la contra; quedó demostrado cuando Fernando llegaba providencial al corte cuando Lalo se proponía a probar fortuna ante Sergio.

Con suspense. Que al CD Ciudad Real le cuesta un mundo hacer gol no es ningún secreto. Quedaba de manifiesto cuando el primer y único tanto del partido subía al marcador tras varias rechaces en el área visitante en una misma jugada. Finalmente fue Seve el que tuvo que tirarse al suelo para batir a Héctor Pizana cuando se cumplía el minuto 60. El delantero puertollanero es un ejemplo de lucha; el tanto, un premio a la insistencia. Aunque la felicidad no fue completa para Seve, ya que en el 78 tenía que salir del terreno de juego visiblemente cojeando.

Parras, por necesidad y con la idea de dar mayor consistencia defensiva, dio entrada a tres canteranos Naranjo, Miguel y Javi Moreno. En ese momento consiguió el Deportivo blindar su área impidiendo que el equipo contrario encontrase el camino al gol.

El empate. Otra tarea por cumplir es la de cerrar los partidos. Los últimos minutos de los partidos se convierten en un calvario cuando la ventaja en el marcador es mínima, y es que el Deportivo suele hacer las cosas bien hasta ese momento en el que los nervios lo deciden todo.

En la última jugada del partido permitió un centro y un remate franco de cabeza que Sergio conseguía rechazar, pero ya era demasiado parar el siguiente disparo de Eric Zárate, que lograba el tanto de la igualada entre los abrazos de los compañeros, que festejaron el empate como si se hubiese logrado el triunfo.

Se escapaban con este cruel desenlace puntos necesarios para el casillero capitalino.