El Ejército mata al menos a cuatro personas en su avance en el este

Agencias
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El Gobierno de Kiev inicia su operación antiterrorista en Kramatorsk, donde expulsa a los prorrusos del aeropuerto con un tiroteo en el que los activistas denunciaron cuatro decesos

El Ejército mata al menos a cuatro personas en su avance en el este - Foto: GLEB GARANICH

 
 
El Gobierno ucraniano comenzó ayer su anunciada operación antiterrorista contra los separatistas prorrusos del este del país en una ofensiva que se cobró al menos cuatro vidas durante las actuaciones del Ejército para recuperar el control de los edificios e instituciones ocupados por los activistas.
El foco de atención se centró en esta ocasión en la localidad de Kramatorsk, en la región de Donetsk, donde los manifestantes habían tomado a primera hora de la mañana la comisaría de Policía y, tras abandonarla, se hicieron con el control del aeródromo militar, donde las tropas nacionales intervinieron con un tiroteo a través del cual recuperaron el lugar, pero con el que se mataron, según apuntaron fuentes prorrusas, a cuatro personas, si bien esta información no fue confirmada por el Ejecutivo de Kiev.
Tal y como señalaron los medios internacionales desplazados en el lugar, un avión ucraniano intentó aterrizar, pero no pudo porque los separatistas abrieron fuego contra la nave. Poco después, agregaron los periodistas, llegó un dispositivo nacional, formado por un caza y cuatro helicópteros castrenses, que fueron recibidos por los residentes apostados en una barricada al grito de «Vergüenza» y «Volved a casa».
Después, según los activistas, los soldados comenzaron a disparar contra los apostados en el lugar, causando cuatro fallecidos y dos heridos.
El operativo también se desplazó a otras localidades. Así, un portavoz de las fuerzas secesionistas de Sloviansk denunció que el Ejército abrió fuego contra activistas locales y dejó varios heridos, al tiempo que agregó que las «autodefensas» de la ciudad se estaban preparando para hacer frente un ataque «más amplio».
La actuación, que se enmarca dentro del plan anunciado por el presidente interino, Alexander Turchinov, después de que los prorrusos hicieran oídos sordos al ultimátum lanzado desde Kiev para que abandonaran los edificios públicos, fue duramente criticada por el jefe del Gobierno de Moscú, Vladimir Putin, quien lamentó la «violencia» ejercida por las autoridades de su país vecino en las regiones del este y censuró que el operativo «agudiza la crisis» en la región.
En este sentido, reclamó que la ONU y la comunidad internacional condenaran el «proceder inconstitucional» del Ejecutivo de la exrepública soviética, al tiempo que volvió a incidir en la «ilegalidad» de dicho Gabinete, formado, según remarcó, a través de un golpe de Estado contra Viktor Yanukovich.
Por su lado, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, señaló que espera que las autoridades ucranianas tengan «suficiente cerebro» para evitar una mayor escalada del conflicto en la parte oriental de la nación.
«Está al borde de la guerra civil y eso es escalofriante», declaró.