La Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia (APES), mostró ayer su rechazo a la propuesta planteada por APEA, la asociación que reúne a los empresarios de la automoción de tener un convenio propio que afectaría a 3.000 empleados.
Según indicó en un comunicado de prensa APES, el «objetivo y premisa para el comienzo de la negociación de cara al próximo ejercicio 2015 es que continué como está hasta la fecha. Es decir, APES, que en la actualidad es la asociación representativa del sector del metal en este capítulo, seguirá defendiendo los intereses y problemática de los empresarios del metal en la provincia, tal y como se viene haciendo de forma histórica desde hace años».
La organización que lidera Mayte Rodríguez asegura que APES siempre ha sido el interlocutor ante los sindicatos y administración, en lo que respecta a la negociación del convenio colectivo del metal, «uno de los más importantes que se negocian por el importante número de empresas y trabajadores a los que afecta». Así, añade que de cara a 2015 «el fin que se persigue, año que se tiene que negociar, de nuevo, las nuevas condiciones, es que se cumplan todos los objetivos de los cientos de pymes y autónomos del sector del metal de la provincia».
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