Se trata de una cifra que vuelve a crecer ya que el curso pasado fueron 400 los alumnos con apoyo motivado por estos aspectos, tras descender en casi un 30 por ciento respecto al curso 2015-2016, cuando hubo 567 alumnos con estas necesidades. Las necesidades de apoyo educativo por estos motivos crece no solo en los centros ciudadrealeños sino en toda Castilla-La Mancha y pasa de 1.797 estudiantes castellano-manchegos del pasado curso a 2.071 en el que concluye este verano.

A los estudiantes que necesitaron un apoyo extra por motivos económicos se unen aquellos que lo necesitaron por haber tenido una integración tardía en el sistema educativo español, bien por tener nacionalidad extranjera, 179, bien por contar con nacionalidad española, 46. A estos se suma, el desconocimiento grave de la lengua de instrucción, 48. Por lo que aquellos aspectos sociales claves suman 712 estudiantes, el 17,2 por ciento de los alumnos que necesitaron apoyos.

El incremento de estos apoyos educativos se deja notar en las cifras globales, publicadas en el avance de datos del presente curso realizado por la Consejería de Educación, ya que hubo 4.134 estudiantes con apoyo en la región, cuando el año anterior fueron 4.116.

El grueso de los alumnos con necesidades de apoyo son aquellos que tienen trastornos del desarrollo o alguna discapacidad y que son 3.272 estudiantes. El principal grupo son los estudiantes con alguna discapacidad intelectual, 935 alumnos, seguidos de aquellos con trastornos de aprendizaje, 852. La provincia de Ciudad real es la única de la región en donde el grupo con discapacidad intelectual supera a aquellos alumnos que necesitan apoyos por trastornos de aprendizaje en las enseñanzas de régimen general. La tercera discapacidad es trastornos del desarrollo del lenguaje y la comunicación con 435 alumnos con apoyos por este motivo.

Por otra parte, existen 75 estudiantes en los centros de enseñanzas obligatorias de la provincia que necesitan apoyo debido a sus altas capacidad o a tratarse de niños superdotados. Son uno más de los que hubo el curso pasado, en que se matricularon 74 alumnos en la provincia.

En cuanto a menores con un retraso madurativo fueron también 75 los que necesitaron apoyo en el último curso, según los datos de la Consejería de Educación.