Profesores de la UCLM apuestan por fortalecer las autonomías

A. Criado
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Los ponentes del foro organizado por el Ateneo de Almagro destacan el «efecto positivo» para Castilla-La Mancha de la autonomía y su Estatuto y advierten de las «tensiones nacionalistas»

Profesores de la UCLM apuestan por fortalecer las autonomías - Foto: PABLO LORENTE

El Palacio de los Condes de Valdeparaíso de Almagro ha acogido una mesa redonda con motivo del 40 aniversario de la constitución de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Bajo el título Implicaciones institucionales, históricas y jurídicas en el proceso de la Autonomía de Castilla-La Mancha, intervinieron los profesores de la UCLM Luis Arroyo, Luis Maeso, José Antonio Castellanos y Jesús García Minguillán, con la coordinación de Francisco del Río, responsable de la sección de Historia y Patrimonio del Ateneo de Almagro, organizador del evento.

Luis Arroyo, profesor de Derecho Administrativo de la UCLM, afirmó que el derecho a acceder a la autonomía y el Estatuto «han supuesto la modernización del sistema institucional de Castilla-La Mancha y han tenido un efecto muy positivo desde la perspectiva del estado social y la implantación y prestación de los grandes servicios públicos». «Con el Estado de las Autonomías no solo se ha obtenido un mayor grado de desarrollo económico agregado, sino que la diferencia entre territorios se ha reducido de manera considerable», apostilló.

Para Jesús García Minguillán, «la descentralización del Estado ha servido para el desarrollo de los propios derechos fundamentales». El profesor de Derecho Constitucional considera que sin las autonomías, «Castilla-La Mancha no tendría los hospitales y carreteras que hoy tiene». Sobre el futuro de las mismas, manifestó que «no solo existe una tensión nacionalista centralista que quiere romper el sistema (en relación con la irrupción de Vox), sino también un nacionalismo periférico que causa grandes tensiones y que ha llevado a la aplicación del artículo 155 de la Constitución por primera vez».

En este sentido, Minguillán abogó por llevar a cabo una reforma constitucional, «la Constitución no puede ser una piedra de museo, sino una ley viva», y «luchar contra las dos pinzas que presionan al sistema autonómico». En una línea similar se expresó José Antonio Castellanos, profesor de Historia Contemporánea, para quien la reforma de la Constitución «es uno de los grandes retos de toda la sociedad española en general, no solo de la clase política». «El problema es con qué mayoría», remarcó el ponente para hacer hincapié en que «si no conseguimos repetir el modelo de consenso de 1978, no nos extrañe que nos avoquemos a modelos de confrontación de cartas magnas anteriores, una historia de fracasos».

Luis Arroyo apuntó que dar marcha atrás al proceso de las autonomías es «verdadera difícil», puesto que los fundamentos de descentralización están constitucionalizados y los que no lo están, «gozan de una considerable rigidez porque se encuentran en los estatutos de autonomía».