El proceso de conversión de Aguas de Alcázar en una sociedad de capital mixto tendrá que volver al punto inicial, después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (TACRC), dependiente del Ministerio de Hacienda, haya convertido la suspensión cautelar del mismo en la «expresa anulación de todo el proceso de adjudicación», a raíz del recurso presentado en su día por el PSOE. El TACRC basa su decisión en la nulidad de pleno derecho de dos de las cláusulas del pliego de licitación, la número 9 y la número 22, referidas a la solvencia de las empresas licitantes y a la firma del contrato. El Consistorio asegura que corregirá esas dos cláusulas y volverá a iniciar el proceso. La conversión de Aguas podría retrasarse ahora entre dos y tres meses.
En concreto, la resolución del tribunal, a la que ha tenido acceso La Tribuna, afirma que «las cláusulas del pliego que permiten la adjudicación a varias empresas agrupadas (en este caso Aqualia-Trainasa) con el compromiso de constituir una sociedad con la que se formalizará el contrato, sin requerir la acreditación de solvencia por parte de esta última, resultan nulas de pleno derecho». Es decir, que para el tribunal, el pliego no exige debidamente la demostración de solvencia de la sociedad resultante de la unión entre Aqualia y Trainasa, señalando también otra irregularidad a subsanar:la formalización del contrato de gestión debe realizarse entre el Ayuntamiento y la sociedad de economía mixta (Aguas de Alcázar), y no entre el Consistorio y Aqualia-Trainasa, tal y como se firmó en su día.

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