La fiscal se opone a que salgan de prisión los tres hermanos del clan de ‘los Cádiz’ encarcelados por el presunto asesinato de Diego Flores en la A-43, entre Carrión de Calatrava y Almagro el 23 de junio.

Los tres presentaron un recurso contra el auto de prisión preventiva y ayer se celebró la vista de apelación en la Audiencia Provincial de Ciudad Real.

Según ha podido saber La Tribuna, la fiscal fundamentó principalmente su petición de que se mantengan en prisión «dada la gravedad de los hechos» que se les imputa a los acusados y la «necesidad de protección a la víctima y su entorno», así como asegurar para la prueba.

En los mismos términos se ha pronunciado el abogado Jesús Corella que ejerce al acusación particular en nombre de la viuda y los tres hijos pequeños de Diego Flores. A juicio del letrado, se cumplen los requisitos que establece el Código Penal para que sigan encarcelados los tres acusados.

Explicó que hay «alarma social» por el crimen que presuntamente cometieron y la anterior tentativa de homicidio contra un miembro de la familia Flores en enero de 2013; riesgo de fuga y de ocultación de pruebas.

En su informe, el abogado hizo hincapié en el intento de homicidio por parte de los acusados la tarde del 17 de enero del año pasado en la barriada de Pío XII de Ciudad Real, cuando José de Cádiz y sus hijos Ramón, José y Manuel persiguieron y dispararon a varios miembros de la familia Flores, hiriendo a uno de ellos.

Por estos hechos, la Fiscalía pidió cárcel para cuatro miembros de la familia Cádiz, diez años y seis meses para dos de ellos, el padre e hijo mayor respectivamente, acusados de un delito de homicidio en grado de tentativa y tenencia ilícita de armas, y tres años y seis meses para los otros dos.

El juicio debía haberse celebrado el pasado 20 de mayo en la Audiencia de Ciudad Real. Sin embargo, llegaron a un acuerdo, que, según el abogado de los Cádiz, Marcos Santiago, iba a traer la paz entre las familias. Los principales acusados se conformaron con una condena de cuatro años de prisión mientras que la pena de cárcel para los otros dos se rebajó a un año y seis meses. El herido recibió 13.500 euros en concepto de indemnización.

El padre que estaba preso preventivo por esta causa, continuó encarcelado, mientras su hijo Ramón seguía en libertad. Dos meses después presuntamente los hermanos Cádiz acabaron con la vida de Diego Flores de un tiro en la cabeza tras tenderle una emboscada.

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