Tierra de Calatrava pide moratoria para pagar a proveedores

Ana Pobes
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La cooperativa tendrá de plazo hasta el mes de abril para buscar la financiación con la que poder pagar a los casi 1.400 acreedores que no se adhirieron al convenio.

Dependencias de la cooperativa en Miguelturra. - Foto: Tomás Fernández de Moya

La Cooperativa Tierra de Calatrava de Miguelturra presentó el pasado mes de octubre una moratoria en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Ciudad Real para abonar el pago de 2018 a los casi 1.400 acreedores que no se adhirieron a la propuesta de la cooperativa y Banco Santander, o que, directamente, votaron en contra. Con esta prórroga, la cooperativa miguelturreña tiene de plazo hasta el mes de abril para buscar la financiación de 2,5 millones de euros con la que poder hacer frente al tercer pago, que según estipulado en el convenio, debería haberse realizado este mes de diciembre.

La falta de liquidez «necesaria» es lo que ha impedido a la cooperativa hacer frente a este pago, que confía en que se efectúe en estos meses de aplazamiento. Con ese objetivo trabaja tanto su gerente, Emilio Ruiz, como el consejo rector, que buscan las líneas de financiación que ayuden a cumplir con el pago estipulado en el convenio, aprobado en 2014. Líneas que pasan por la venta de activos como es el caso del local de la calle Real, ubicado en Miguelturra y sede de la antigua cooperativa, y cuyo valor ha caído con el transcurso del tiempo casi un 50 por ciento pasando de «los 2,6 millones al millón». Tierra de Calatrava tiene encima de la mesa otras opciones. Entre ellas, la posibilidad de hipotecar los bienes, pues «el capital ligado a la actividad principal es susceptible de hacer una hipoteca», medida que se está estudiando con otras entidades.

Toda esta situación no impide que la cooperativa «funcione correctamente» a día de hoy. De hecho, y según su gerente, se ha recuperado la confianza necesaria para los planes de viabilidad, los márgenes han mejorado y 2018 se cierra con cifras ‘verdes’. Pero la cooperativa «arrastra la herencia del concurso» y «pese a eso, las cuentas de la cooperativa son positivas», argumenta al tiempo que lamenta que «todo hubiera sido mucho más fácil si las negociaciones hubieran sido solo entre el Banco Santander y la cooperativa», pues de esta forma «los que no se adhirieron al convenio hubieran cobrado y la viabilidad de la cooperativa estaría más garantizada».

Tierra de Calatrava presentó concurso de acreedores tras detectar anomalías en su sección de crédito. Deformidades que provocaron que la entidad colaboradora (Banco Santander) suspendiera temporalmente sus operaciones con la imposibilidad de atender puntualmente los compromisos asumidos frente a socios y acreedores en general, por lo que el Consejo Rector llevó a cabo una urgente investigación y análisis con el fin de conocer el origen y alcance exacto de la situación. Desde el año 2009 en concurso de acreedores, el fin de este proceso para Tierra de Calatrava se produjo cinco años más tarde, en 2014, después de que el convenio presentado por la sociedad y Banco Santander consiguiera la adhesión de 170 acreedores, entre ellos la propia entidad bancaria, logrando así la conformidad de la representación de un pasivo de 27,67 millones de euros, más de la mitad del pasivo total que componía el concurso (35,9 millones), que daba cabida a sus inicios a más de 1.600 acreedores.

El primer desembolso estipulado en el convenio llegó entre finales de 2014 y principios de 2015, tres meses después de que entrara en vigor el convenio, firmado en el mes de marzo de 2014. Fue entonces de 55.141 euros. Más tarde, en 2017, y como quedó patente en el convenio, la cooperativa liquidó una cantidad mayor, en concreto 275.705 euros. La última retribución tendría que haberse efectuado este mes de diciembre, y que inicialmente ascendía a 5,1 millones de euros, cantidad para que Tierra de Calatrava busca líneas de financiación y liquidar así el convenio con abril como fecha límite. Y en eso, está trabajando con todo su «empeño».